Las normas antiCOVID-19 no distinguen de estatus social, raza o poderío, esto quedó demostrado en Brasil, cuando a Jair Bolsonaro, presidente de esa nación, se le negó la entrada a un partido de fútbol por no estar vacunado.
El Político
Una de las exigencias del estado de Sao Paulo para acceder a los recintos deportivos es haber recibido las dosis contra el COVID-19.
Bolsonaro no lo estaba y no pudo ingresar al partido entre el Gremio de Porto Alegre contra el Santos.
“Me dijeron que tengo que estar vacunado. ¿Por qué, si yo tengo más anticuerpos que con la vacuna?”, dijo el mandatario en un video que publicó el portal Metrópoles en el que se le ve sin mascarilla.
Desde la aparición de nuevo coronavirus, Bolsonaro ha estado escéptico al virus, priorizando intereses económicos por encima de la salud.
De hecho, se contagió hace unos meses por el COVID-19 y tras algunas unas leves complicaciones, lo pudo superar. Sin embargo, su opinión referente a la enfermedad nunca cambió.
También ha dicho que será el "último brasileño en recibir el inmunizante".
Reporta una nota de Infobae que en los distintos estados del país amazónico, acaban de empezar a dar la bienvenida a los aficionados a los estadios de fútbol. "En la mayoría exigen varias medidas de seguridad sanitaria. Y en Vila Belmiro, donde se jugó el partido a donde le negaron la entrada al presidente de Brasil, solo pueden ingresar los aficionados que lleven un registro vacunal completo contra el coronavirus (dosis única o doble, según el fabricante)", reportó el medio antes mencionado.
Brasil acaba de superar los 600 mil fallecidos por enfermedades derivadas de la pandemia y según especialistas, sigue sin estar controlada en esta nación.
Brasil, de 213 millones de habitantes, es el segundo con más víctimas mortales después de Estados Unidos.