El presidente Nayib Bukele se prepara para iniciar su segundo mandato de cinco años al frente de El Salvador, tras haber salido victorioso en las elecciones de febrero con un 85% de los votos a su favor.
El Político
Para su nuevo mandato, Bukele enfrenta la creciente presión de implementar medidas que mitiguen el elevado costo de vida y promuevan la creación de empleo. Según varios sectores del país, la mayoría del dinero de la nación ha sido destinado a la persecución de las pandillas, y áreas como la agricultura han sido olvidadas.
El primer periodo del presidente se volvió popular por una notable reducción en los niveles de violencia en el país. Sin embargo, estos logros no logran aliviar las preocupaciones económicas de la población.
El aumento constante en el precio de la canasta básica ha impactado significativamente a los salvadoreños. Miguel López, un vendedor ambulante de verduras en Santa Tecla entrevistado por la cadena internacional CNN, lamenta cómo los altos precios afectan tanto a su capacidad de compra como a la demanda de sus productos.
Este sentimiento es compartido por muchas familias urbanas, que hasta abril de 2024 necesitaron en promedio $255.89 para adquirir los productos básicos, según datos de la Oficina Nacional de Estadística y Censos del Ministerio de Economía.
Soluciones económicas a la presidencia de Nayib Bukele
Las propuestas para abordar esta situación provienen de diversas organizaciones, incluido el Centro para la Defensa del Consumidor, que insta al presidente Bukele a establecer un Consejo Nacional del Salario Mínimo para evaluar un aumento del 25% en el salario mínimo.
Actualmente, el salario mínimo oscila entre $243 y $365 mensuales, dependiendo del sector, según el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.
Bukele, por su parte, reconoce las inquietudes de la población y promete un enfoque renovado en la economía del país durante su segundo mandato. Sin embargo, su gestión ha sido objeto de críticas por el mantenimiento del régimen de excepción, que suspende ciertos derechos constitucionales desde hace más de dos años.
Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado una crisis de derechos humanos bajo este régimen, mientras que el Gobierno argumenta que ha sido crucial para reducir los niveles de violencia.
Bukele va por su segundo mandato
A pesar de las críticas, Bukele ha consolidado su poder político, con su partido Nuevas Ideas manteniendo el control absoluto de la Asamblea Legislativa. Esto ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de reformas constitucionales que podrían permitir la reelección indefinida.
Acción Ciudadana, una organización de contraloría social, advierte sobre la posibilidad de que este segundo mandato no sea el último, dado el control legislativo que ostenta Nuevas Ideas.
Desde que se dio a conocer las intenciones de lograr un segundo mandato, las criticas empezaron a llover, debido a que según la Constitución salvadoreña esto no es posible. Sin embargo, de forma legal y constitucional, Bukele solicitó autorización gubernamental para iniciar su campaña, la cual fue concedida.
Meses mas tarde, el presidente Bukele asume su segundo mandato, el 1 de junio, respaldado por una nueva Sala de lo Constitucional, cuyo fallo fue el que permitió su candidatura, desafiando las restricciones constitucionales previas.
A pesar de las expectativas y desafíos que enfrenta, su liderazgo continúa generando debates y divisiones en El Salvador, mientras el país se encamina hacia una nueva etapa bajo su mandato.