Tras los últimos tiroteos masivos en Estados Unidos, la oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas instó a las autoridades de todo el mundo a evitar animar el discurso de odio contra minorías como los inmigrantes y los homosexuales, según difundió Lta.Reuters
El Político
Tras la muerte de 32 personas en tiroteos en Texas y Ohio, los demócratas estadounidenses acusaron al presidente Donald Trump de fomentar las divisiones raciales. Sin embargo, el mandatario estadounidense respondió con una condena al “racismo, fanatismo y supremacismo blanco”.
Rupert Colville acogió las palabras de Trump, aunque precisó que la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, apoya controles de armas más estrictos.
El funcionario dijo que EEUU condena "de forma inequívoca el racismo, la xenofobia y la intolerancia en todas sus formas, incluido el supremacismo blanco”.
Agregó que le piden a los estados en general, incluido Estados Unidos, que adopte medidas positivas para erradicar la discriminación”.
El portavoz dijo a los medios que todas las autoridades deberían evitar los estereotipos negativos que fomentan la discriminación o la violencia. Esto al ser consultado sobre si la oficina de Bachelet cree que la “retórica antiinmigración” de Trump podría haber contribuido con los lamentables hechos registrados en las últimas horas.
Dijo sentirse preocupado porque "este tipo de mensajes podría estigmatizar o deshumanizar a las minorías -migrantes, refugiados, mujeres, LGBT y los denominados ‘otros’, toda vez que podrían someter a personas señaladas y a comunidades vulnerables a posibles represalias y ataques, indicó, al referirse a los ataques a sinagogas, mezquitas y un club gay nocturno en Estados Unidos.
El mandatario estadounidense solicitó estrictas revisiones de antecedentes a los compradores de armas, asegurando que la “enfermedad mental” y el “odio” están detrás de las matanzas.
Colville, por su parte, considera que, aunque la salud mental podría ser un factor en algunos tiroteos masivos, no lo es en todos. “La conclusión es que si hay rifles de asalto, hay riesgo de que la gente los use por la razón que sea”, finalizó.
Con información de: Lta.Reuters