Ante los numerosos obstáculos que enfrentan las mujeres mejicanas en la política se crea Aúna: una red de mujeres para apoyarlas que les interese participar en política.
El Político
Estos son los 4 procesos: selección, elaboración colectiva de propuestas, formación y acompañamiento.
Todo es posible gracias a muchas mujeres que exigimos, marchamos, dirigimos, transformamos y también nos organizamos, bajo nuestro derecho a la libre reunión con fines políticos, buscando nuevas formas que nos representen e incluyan, reportó Animal Político.
Proceso de selección de mujeres mejicanas
Elaboramos un mapeo y una convocatoria a mediados de 2020. Reunimos un comité, donde discutimos y definimos que no sólo queríamos promover mujeres con “caras nuevas” para la política, sino también reconocer y reelegir aquellas que lo están haciendo bien.
Ayudarlas a consolidar sus carreras políticas, para que sirvieran de guía y modelo a las nuevas. Usamos tres criterios para su selección: su biografía y congruencia; sus capacidades para articular redes y organizarse, y su potencial para representar la agenda de Aúna.
Recibimos cerca de un centenar de respuestas a la convocatoria (cerrada, por tiempos de pandemia, pero las futuras serían abiertas).
Cada respuesta fue revisada por dos integrantes del Comité; se hizo un grupo de finalistas y la mayoría fueron entrevistadas por otras dos personas más. Seleccionamos inicialmente a 50 nominadas a distintos puestos de elección: regidoras/concejalas, alcaldesas, diputadas locales y federales.
Proceso de agenda
La agenda incluye los diagnósticos de problemas y propuestas que se han discutido, priorizado y aterrizado en diálogos colectivos.
Empezó también en 2020 con documentos elaborados por conocedores de las temáticas y con retroalimentación de otros expertos. Se establecieron 5 ejes: 1) construcción de paz y justicia; 2) políticas ambientales; 3) políticas económicas para la equidad; 4) políticas para el bienestar; e 5) igualdad de género.
Durante este año, estas propuestas expertas se rediscutieron junto con aliadas locales y las propias fundadoras de Aúna; las nominadas y sus equipos están en proceso de su apropiación por las nominadas y sus equipos.
En breve, se presentarán decálogos a los cuales las nominadas se comprometen representar, tanto en campaña como en los cargos que ocuparán.
Proceso de formación de mujeres mejicanas
Construimos un programa ambicioso que sigue creciendo; comenzamos con la formación de habilidades de liderazgo, buscando que estas mujeres mantuvieran su autenticidad, su honestidad y la conexión a su propósito de servir.
Esto sirvió también para cohesionar al grupo, encontrando similitudes de género y congruencia; también a darles autoconfianza frente a un contexto adverso.
Otros temas de formación han sido la comunicación y sus distintas audiencias frente a los prejuicios de género. Cómo contestar a preguntas como “¿qué va a hacer con sus hijos?” o “¿qué marca de vestido lleva puesto?”.
Finalmente, cómo formar equipos de campañas, hacer presupuestos y solicitar fondos, cumplir con la regulación electoral, crear campañas digitales, trabajar con voluntarios… y no morir en el intento.
Proceso de acompañamiento
El acompañamiento es difícil describirlo como un paquete estandarizado de “servicios”; se hilvana artesanalmente, estando cerca de las mujeres y escuchando sus necesidades. A veces es una llamada de contención emocional en momentos difíciles, con un “sí puedes, estamos contigo”.
Otras es construir con ellas estrategias complejas para atravesar los laberintos de los partidos y persuadir a las dirigencias estatales y nacionales que les otorguen una candidatura relevante.
Ha incluido sesiones individuales de coaching político o asesoría en negociación, y muchas vinculaciones y articulación de contactos.
Impulsar a estas mujeres, líderes comunitarias, a la política en este país violento es temerario y podría significar tragedias irreversibles.