El museo Martin Gropius Bau de Berlín muestra "El efecto Lutero", una exposición centrada en los 500 años de historia de la reforma protestante que arrancó en Alemania y se extendió por todo el mundo en múltiples variantes.
Corea del Sur, Tanzania, Estados Unidos y Suecia son los cuatro ejes -asiático, africano, norteamericano y escandinavo- en los que se plasma, a juicio de la comisaria de la muestra, Anne-Katrin Ziesak, la capacidad de internacionalización de las tesis de Lutero.
La historia de la expansión del luteranismo es, a la vez, la de distintas corrientes migratorias, desde el Viejo Continente a América, Asia y África, que adoptaron como propias las enseñanzas de Lutero.
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Este 2017 se conmemora medio milenio del momento en que Lutero clavó en la iglesia de Wittemberg sus 95 tesis contra la venta de indulgencias, el origen de la reforma protestante, y la muestra berlinesa pretende "reflexionar sobre sus efectos a escala mundial".
Lutero defendió que la salvación se lograba por la gracia, no por las obras, y el protestantismo contempla la posibilidad de "acceder directamente a Dios", explicó por su parte Hnas Peter Kuhn, autor de la espectacular instalación, hecha de tubos metálicos, que ocupa la parte central de la muestra.
El luteranismo no contempla la confesión y, por tanto, tampoco la posibilidad de recibir la absolución por los pecados por parte de un padre confesor, sino que "obliga" al creyente a reflexionar y arrepentirse sinceramente de las faltas cometidas.
"Mi instalación tratar de reflejar a ese creyente, en diálogo directo con el Supremo redentor, sin intermediarios, sean terrenos o a través de santidades", prosiguió el artista.
La capacidad de la reforma descentralizada y sin jerarquías únicas favoreció su expansión y diversificación en el mundo.
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El precepto de la austeridad y ausencia de pompa como modo de vida favoreció asimismo la identificación con esa religión por parte de colonos y migrantes de todo el mundo, obligados a la vida nómada y a la precariedad en tierra extraña.
La muestra arranca de Suecia, adonde llegó la reforma en 1527 para convertirse en la nueva Iglesia oficial, institucionalizada por el rey Gustavo, que rompió con Roma y estableció su nueva jerarquía en Upsala, a 60 kilómetros al sur de Estocolmo.
De ahí salta a Tanzania, un país donde conviven 130 etnias y confesiones y con la mayor comunidad luterana del continente africano, con seis millones de fieles.
Corea del Sur es el siguiente capítulo de la exhibición, donde se detalla cómo el país se convirtió tras la guerra civil en refugio para los luteranos norcoreanos, perseguidos por el régimen de Pyongyang.
Fuente: EFE