La muerte de Óscar Pérez y sus seis compañeros, ha generado una serie de especulaciones, que van desde cómo sucedió el ataque, hasta quién realmente autorizó el mismo, a pesar de la rendición pública de los ahora occisos.
De acuerdo con el periodista Rafael Poleo, este incidente ha afectado a la cúpula madurista, y es que, aunque la muerte de estas siete personas se habría realizado para “aterrorizar a una población en creciente rebeldía”, las consecuencias que podrían sucederle, son críticas para los funcionarios.
En su editorial publicada este domingo en El Nuevo País Zeta, Poleo apunta que las sanciones de Estados Unidos y Europa, podrían aseverarse, acorralando aún más a los oficialistas. “En una estrategia de asfixia lenta, cada tanto aparece una lista de diez o doce sancionados, la cual se anuncia con anticipación, pero reteniendo los nombres, de manera que quienes aún no han aparecido tiemblen ante la posibilidad de que ahora les toque”, sostiene al respecto.
“Grandes de los grandes”… Agrupación mexicana compone una canción en homenaje a Óscar Pérezhttps://t.co/aZNM8Fzcmz pic.twitter.com/RwnhVwNnkW
— El Político (@elpoliticonews) January 22, 2018
Asimismo, refiere que la masacre de El Junquito, es una muestra del pánico que carcome en la cúpula, y es que algún personero, ordenó asesinar a Pérez y sus aliados a último momento, sacando de juego a la Guardia Nacional e ignorando la solicitud del presidente Nicolás Maduro, quien pidió que se capturaran y entregaran con vida.
“Los militares se pelotean la culpa de un episodio que ha de terminar en un mini-Nuremberg (juicio celebrado tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, para juzgar a los funcionarios y aliados de Hitler). Lo posible es que se pongan de acuerdo para culpar a los colectivos, con lo cual Padrino se sacudirá por fin a Cabello y al ejército irregular que Castro inventó para balancear el peso de la FAN”, dijo Poleo.