Las aguas del Egeo se han vuelto a convertir en una trampa mortal para refugiados e inmigrantes. Una barcaza con la que 22 personas trataban de alcanzar las islas griegas se ha hundido junto a las costas de Turquía, en la provincia de Aydin. Al menos 12 de los ocupantes, entre los que se encontraban cinco niños, han perdido la vida, según ha informado medios locales.
Mientras que ocho han sido rescatadas, los equipos de salvamento continúan trabajando para dar con el paradero de las dos personas restantes. Diversos medios turcos han emitido imágenes de las ambulancias que se han trasladado hasta la zona donde se han recuperado los cuerpos sin vida.
La tragedia regresa a esta parte del Mediterráneo justo cuando se acaba de cumplir un año del polémico pacto entre Turquía y la Unión Europea, según el cual Ankara se comprometía a aceptar la devolución de todas las personas que llegaran de forma ilegal a Grecia. A cambio, Bruselas prometió el pagó de 6.000 millones de euros, la eliminación del visado para los ciudadanos turcos que quieran viajar a Europa y la aceleración del proceso de entrada de Turquía en la UE.
Desde la entrada en vigor del pacto las llegadas a territorio heleno han descendido de las cerca de 2000 diarias que se producían en el otoño de 2015 a las alrededor de 100 al día de la actualidad. El número de muertes también se ha reducido, al contrario de lo que sucede en el Mediterráneo central, frente a las costas de Libia. De hecho, ayer mismo cinco cuerpos sin vida fueron recuperados allí, y se cree que hasta otras 250 personas podrían haber sufrido el mismo destino fatal.
Las ONG critican al unísono «el pacto de la vergüenza», como lo han bautizado, por vulnerar «derechos humanos fundamentales» de «personas que han llegado huyendo de la guerra». «Europa ha sentado un peligroso precedente y tememos que esto aliente a otros países a rehuir también su responsabilidad de proporcionar protección internacional», señalaba a cuenta del aniversario del pacto Nicola Bay, director de Oxfam en Grecia.
No obstante, el aumento de la tensión entre Turquía y países europeos como Alemania y Holanda coloca, continuamente, este pacto en la cuerda floja. Hace solo unos días el ministro del Interior, Süleyman Soylu, amenazaba con la posibilidad de enviar «15000 refugiados», mientras que el presidente Recep Tayyip Erdogan ha asegurado que el acuerdo se podría revisar tras la celebración del referéndum que puede otorgarle mayores poderes ejecutivos. «El 16 de abril determinará muchas cosas. Nos sentaremos con el Gobierno y revisaremos todos estos asuntos desde la A a la Z», ha declarado el líder islamista.
Via: ABC