Cuando el presidente de los Estados Unidos Joe Biden llegó al poder tenía en su cabeza muchos planes, ideas, ambiciones, que quería implementar, pero las mismas han mermado tras conocer la realidad del Senado.
El Político
Dichos planes de Biden se desvanecen después de ver la estruendosa realidad de unas barreras impuestas por las viejas normas del Senado estadounidense.
Esto pone a prueba su voluntad para reformar una institución que venera para cumplir con muchas de las promesas que hizo.
Se trata de un dilema con implicaciones para millones de personas en el mundo real y que lo determina todo. Desde el futuro de la subida del salario mínimo al acceso al voto.
Además, conformará la capacidad de Biden para mantener unidas a dos facciones del Partido Demócrata. los moderados de los estados indecisos que desconfían de la apariencia de renunciar al bipartidismo y los más progresistas.
Por el momento, Biden está tratando de encontrar un término medio.
Hay que recordar que Biden fungió como senador durante cuatro décadas y habla de la institución con veneración, pero sus planes están en duda.
Los demócratas liberales aplaudieron su voluntad de tratar de sacar adelante por su cuenta un amplio plan de ayudas para el coronavirus de 1,9 billones.
Pero esa vía tiene limitaciones, como las estrictas normas sobre lo que puede incluirse y lo que no en un proyecto de ley.
El jueves, una senadora decretó que la provisión para un salario mínimo de 15 dólares la hora estaba fuera de esos límites. Lo que llevó a algunos demócratas a pedir a Biden que cambiase los límites y anulase su decisión.
La Casa Blanca dijo que eso no ocurrirá por el respeto del presidente a “los procesos del Senado”.
En última instancia, la Cámara de Representantes aprobó en la madrugada del sábado el paquete de rescate por 219 votos a favor y 212 en contra. Casi con seguridad, las ayudas superarán el trámite del Congreso aunque aunque algunos demócratas no vean bien abandonar el aumento del salario mínimo.
Pero el camino que tiene por delante Biden se vuelve más complicado por las estrechas mayorías de los demócratas en las dos cámaras, También por los escasos indicios de que los republicanos estén interesados en abordar la legislación sobre el cambio climático, en revisar la política migratoria o en impulsar reformas electorales.
Estas medidas están en su mayoría fuera del marco de las leyes de reconciliación, lo que supone que Biden necesita encontrar una forma de acercarse a los senadores republicanos.
Para algunos demócratas, dar ese paso que equivale a aceptar la realidad de lo que los republicanos están dispuestos a darle al presidente.
“Los demócratas hicieron muchas promesas al ganar la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca”, dijo Pramila Jayapal, diputada demócrata por Washington.
“Así que vamos a tener que tomar una decisión. ¿Vamos a ceñirnos a esas normas o vamos a utilizar las palancas del gobierno para trabajar por el pueblo? Para mí, eso no es radical, eso es gobernar”.
Biden, que se presentó como un candidato que podría superar el bipartidismo de Washington, ha sugerido que se inclinaría a seguir las normas y a tratar de cortejar a los republicanos moderados que puedan estar dispuestos a trabajar con él.
Pero las cuentas se complican enseguida. Con el Senado dividido al 50%, el presidente necesita el voto de 10 republicanos para sacar adelante las leyes importantes. Sin embargo, cada movimiento que haga hacia el centro para acercarse a ellos podría poner en peligro el respaldo de los senadores liberales.
Fuente: AP News