La religiosa que consiguió huir de la iglesia de Saint Etienne du Rouvray (al noroeste de París) para avisar de la toma de rehenes relató que los dos terroristas hicieron arrodillarse al sacerdote antes de degollarlo y grabaron su crimen en vídeo. La hermana Danielle explicó, en un testimonio a la emisora de radio «RMC», que los asesinos ordenaron agruparse a los cinco presentes y que no se detuvieron pese a que todos les imploraban que no siguieran adelante.
Los hombres forzaron al sacerdote Jacques Hamel, de 86 años, a arrodillarse, y cuando este intentó defenderse «allí comenzó el drama», relató la monja. «Se grabaron en vídeo. Hicieron una especie de sermón en torno al altar en árabe. Fue horroroso», dijo Danielle, quien agregó que ella consiguió huir en el momento en que los hombres atacaron al sacerdote, tras lo cual pudo dar la alerta a una persona que circulaba en coche.
Respecto a Hamel, la monja recordó que «era un cura extraordinario, es todo lo que puedo decir. El padre Jacques es muy grande». El presidente francés, François Hollande, ha acusado a los «dos terroristas, que reivindicaron ser del Estado Islámico», de este «cobarde asesinato».
Otro herido de gravedad
Las declaraciones de los testigos van arrojando luz a los sucedido en la mañana de este martes sobre las 10.00 horas, cuando dos hombres secuestraban a quienes estaban en la iglesia: El sacerdote degollado, dos monjas y dos feligreses que se encontraban celebrando la Eucaristía. Además del fallecido hay dos heridos más, un policía y uno de los feligreses que permanece en estado grave.
De acuerdo con la información disponible, los dos asaltantes entraron en la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, próxima a Rouen, por la puerta trasera y cerraron los accesos, reteniendo en el interior al cura, dos monjas y dos feligreses. Otra monja habría conseguido escapar, dando la voz de la alarma. En torno a las 11:00 horas, la Policía ha abatido a los dos secuestradores, que habían salido al atrio de la iglesia.
Las autoridades inicialmente fueron prudentes al pronunciarse sobre «las motivaciones y el perfil» de los autores, que entraron en la iglesia al grito de «Alá es grande» y portando una «chachia» (gorro típico musulmán). Después, Daesh reivindicó el atentado identificando a los asaltantes como «dos soldados del Estado Islámico». La autoría de la barbarie se la han atribuido a través de la agencia de noticias Amaq, vinculada a la organización yihadista, que ya fue utilizada para atribuirse el atentado masivo de Niza del 14 de julio.
Se sabe que uno de los asaltantes era un viejo conocido de las fuerzas de seguridad galas, con varias detenciones y que estaba en libertad vigilada y con una pulsera electrónica.
Con Información de ABC