Las monarquías petroleras del Golfo, que atrajeron durante décadas a millones de extranjeros alentados por la ausencia de impuestos sobre la renta, se disponen a introducir el próximo año el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para reducir sus déficits presupuestarios.
Sin embargo, la crisis diplomática sin precedentes que estalló e inicios de junio, cuando Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin rompieron sus relaciones con Catar, pone en entredicho la viabilidad de esa reforma fiscal colectiva de los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Estaba previsto que Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos fueran los primeros en introducir el IVA a comienzos de 2018, y que los otros tres miembros del CCG (Baréin, Kuwait y Omán) lo hicieran posteriormente.
Pero si continúa la crisis, Catar seguirá compensando sus importaciones de Arabia Saudí y los Emiratos, valoradas en 4.550 millones de dólares anuales, recurriendo a proveedores exteriores al CCG, explica M.R. Raghu, vicepresidente del Kuwait Financial Center.
"Aplicar el IVA en semejante escenario conllevaría presiones inflacionistas, sobre todo en los productos alimentarios", añade.
– Menos atractivo para los expatriados –
Más allá de los obstáculos políticos, el IVA podría empañar la reputación del CCG como región de baja carga impositiva y reducir su atractivo para los expatriados, según Monica Malik, economista en el Abu Dhabi Commercial Bank.
Para ella, el anuncio de un IVA del 5% "aspira a equilibrar los ingresos públicos y favorecer un entorno comercial atractivo tanto para los expatriados como para las empresas".
Considera además que la región del Golfo seguirá siendo una de las zonas con menor imposición en el mundo.
El IVA, un impuesto sobre el consumo, no debería disuadir los hombres de negocios de invertir en la región, opina Jeanine Daou, responsable del departamento de impuestos indirectos de PwC Oriente Medio. "No es una tasa sobre sociedades", recuerda. "Es una nueva obligación, pero no impedirá que las empresas inviertan" en la zona.
Pero en el viejo zoco de Dubái, algunos comerciantes se muestran reticentes. Un mayorista en el sector de los electrodomésticos, Obaid Tahiri, teme el coste del IVA del 5% debido a su escaso margen de beneficio.
"En el comercio mayorista, nuestro beneficio no alcanza el 5%", dijo, añadiendo que no podía repercutir el IVA en sus clientes.
Fuente: AFP