El gerente general de la Minera chilena Los Pelambres, Robert Mayne-Nicholls, aseguró hoy que la empresa, acusada de vertir residuos tóxicos en territorio argentino, construyó el depósito de rocas con todas las autorizaciones exigidas en Chile.
Mayne-Nichols acudió a prestar declaración en San Juan como parte de la causa que lleva la Justicia argentina respecto al vertedero (botadero) de estériles "Cerro Amarillo", informó hoy la minera en un comunicado.
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Según recogieron en la nota, el gerente general eximió de responsabilidades a Los Pelambres, ya que la minera "depositó las rocas en el botadero Cerro Amarillo porque contaba con todas las autorizaciones requeridas por la legislación chilena".
Defendió también que la frontera entre Chile y Argentina no estaba delimitada de forma precisa, lo que no es "responsabilidad" de su empresa, y "dejaba parte de ‘Cerro Amarillo’ en territorio argentino".
Asimismo, recordó la oferta de su empresa para "para contribuir a una solución técnica, minera y ambiental".
"Esos son los ámbitos donde nosotros tenemos experiencia, conocimiento, capacidad de acción, y es donde creemos que podemos colaborar a superar un conflicto que nosotros no causamos" alegó Robert Mayne-Nicholls.
Este caso saltó a la primera plana de los medios después de que un programa de televisión argentino hiciera público que la empresa minera chilena Los Pelambres, del grupo Luksic, depositó residuos en suelo argentino en la provincia de San Juan sin consentimiento.
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De acuerdo con la investigación periodística, la compañía chilena usó el lado sanjuanino de la cordillera de los Andes como "basurero" de escombros tóxicos, con una extensión tan grande como 70 campos de fútbol.
Un mes antes, esa misma provincia también se había visto afectada por otro incidente minero, el segundo derrame de cianuro ocurrido en un plazo de un año en la mina de oro de Veladero, operada por la canadiense Barrick Gold.
Con información de EFE
