Este año, 5781 / 2020, el primer día de Sucot cae en Shabbat. Por lo tanto, la Mitsvá del Lulab se se realiza hoy domingo 16 de Tishrí / 4 de Octubre, por la mañana.
Con la salida de las primeras estrellas de hoy, el mundo judío celebrará Sucot, la fiesta de las cabañas, que recuerda el modo en que sus antepasados, los Hijos de Israel, vivieron en el desierto tras la salida de la esclavitud en Egipto.
El Político
Millones de personas en el mundo viven en un Sucot, pero no como una fiesta, son refugiados que huyen de la esclavitud en Siria, Grecia, Turquía, México y en todos los continentes.
El Covid 19 ha complicado la situación de los refugiados que requieren los servicios de apoyo pertinentes para encarar la emergencia sanitaria y subraya la necesidad de integrarlos a los operativos humanitarios implementados durante esta crisis.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados destacó que, gracias a que se tomaron medidas de preparación no ha habido hasta ahora ningún brote grande en esos colectivos.
“Ahora, el mayor reto será proteger a los refugiados del impacto económico de la pandemia, que ya ha golpeado con especial fuerza a los grupos de población más marginados, entre ellos los refugiados”, dijo Filippo Grandi.
“Fiesta de los Tabernáculos”
Es la última de los Shloshet Harregalim, las tres festividades de peregrinaje al Templo de Jerusalem cuando éste existía, hasta el año 70, junto con Pésaj y Shavuot.
Es una semana en Israel y ocho días en la Diáspora en los cuales es obligatorio alegrarse y morar en una sucá (cabaña) que comienza a construirse al término de Iom Kipur (Día del Perdón).
Ésta debe tener al menos tres paredes y un techo con ramas que permita ver el cielo.
Como toda festividad judía, Sukkot está llena de simbolismos y costumbres.
Una realidad que persiste con los siglos
Como todas las festividades o fechas emblemáticas judías, el sucot mueve a la reflexión. Millones de personas, viejos, niños, hombre y mujeres viven en las mismas condiciones de hace 2000 años y huyen de las tenazas de la esclavitud.
En esta semana festiva, estacionamientos, techos, parques y espacios públicos de todo el mundo se llenan de sucot, inclusive las bases militares israelíes, y es tradición invitar a comer en ella a familiares y amigos.
«Y tomaréis en el primer día [de Sucot] un fruto de árbol cítrico (etrog), rama de palmeras (lulab), rama de mirto (hadas) y sauces de los arroyos (‘araba). Y te alegrarás delante de HaShem, tu Dios durante siete días « (Lev. 23).
Durante Sucot se agradece a HaShem por la lluvia y también rezamos pidiendo tener un año de precipitaciones generosas y a su debido tiempo.
Quizás la Torá nos quiere enseñar la diferencia entre el justo y el malvado. El etrog, que fue identificado por los Sabios con el judío ideal, dedicado al estudio y a la práctica de la Torá, no se “marchita” rápidamente.
Como dice David haMelej en Tehilim 1: 3: “El justo será como un árbol plantado a la orilla de un río, que da su fruto a su tiempo y sus hojas jamás se marchitarán». Mientras que el malvado, identificado por los sabios con la ‘araba será «como la cáscara seca, arrastrada [contra su voluntad] por el viento”.
«Si el Señor no edifica una casa, sus constructores se han afanado en ella en vano». (Salmo 127: 1)
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