Los militares venezolanos mueren por COVID-19 en medio de la orfandad y sin los cuidados que merecen, denuncia el Frente Institucional Militar.
El Político
"La situación de los militares de la reserva activa es de verdadera orfandad y abandono por parte de las autoridades militares". Así lo planteó la organización que agrupa a los altos oficiales que ha pasado a situación de retiro.
El sector salud lleva una minuciosa cuenta de los médicos y enfermeras fallecidos, y la Iglesia Católica alerta sobre el caso de los sacerdotes. Sin embargo, a los militares, por razones de seguridad se les dificulta llamar la atención sobre este tema.
Avisos en las redes encendieron las alarmas
Las noticias y los avisos de condolencia comenzaron a alertar a la comunidad de oficiales en situación de retiro, ya que la lista es cada vez mayor. Sobre todo en los de alto rango: generales de división, de brigada y coroneles.
Con la devaluación de la moneda venezolana, que sólo en abril fue del 16 por ciento, el salario de un general retirado no llega a diez dólares mensuales.
Recurren a colectas colectivas para pagar las medicinas.
“Los militares retirados y la población civil han tenido que recurrir a colectas de dinero y material sanitario para tratar a los pacientes de COVID-19. En muchos casos, los costos sobrepasan la disponibilidad de los recursos existentes", denunció el Frente Institucional Militar.
Como reseña la periodista Sebastiana Barráez, "Son perturbadores los anuncios por el fallecimiento de hombres que han servido a la institución castrense en Venezuela. Lo más bochornoso es la discriminación que padecen los que no tienen acceso al poder en Venezuela".
Los militares mueren en orfandad
La indignación, la alarma y el temor la reflejan muchos militares en los cuarteles y a través de chats de WhatsApp o Facebook.
Así lo denuncia el Frente Institucional Militar (FIM), ante lo que ya es una tragedia con la cantidad de solicitudes de ayuda. Familiares, amigos y compañeros de militares, afectados por COVID-19 intentan encontrar recursos.
"El calvario de los familiares, empieza por comprar las medicinas. El paciente, debe comprar 6 ampollas de Remdesivir y cada una está en el orden de 200 dólares, en total 1200 dólares. Algunos, podrán comprarlas, pero la mayoría no pueden y quedan a la mano de Dios”.
Alerta el Frente Institucional Militar
El FIM es una organización dirigida por el almirante Luis Huizi Clavier, junto a ex ministros de la Defensa. Tales como, el General de División (Ej) Fernando Ochoa Antich y el General de División (Ej) Rafael Montero Revette.
Así mismo, acoge a excomandantes generales de diversos componentes. Entre ellos, el General de División (Av.) Maximiliano Hernández Vásquez, General de División (Ej) Carlos Julio Peñaloza, Vicealmirante Jesús Enrique Briceño García.
"Enchufados" para entrar en el Hospital Militar
Mientras, civiles como José Vicente Rangel o el cantante Henry Stephen pasaron semanas o meses, antes de morir. En habitaciones del Hospital MIlitar Carlos Arvelo, a los retirados los envían para las camas de El Poliedro. Una sala de espectáculos habilitado como "hospital centinela" nombre que le ha dado el régimen a los lugares destinados a atender pacientes de COVID.
Según la periodista de la fuente militar Sebastiana Barraez, un militar le dijo que cuando el diagnóstico al virus da positivo, “de inmediato lo envían a El Poliedro. Después, se olvidan de ellos. Pero no permanecen en los hospitales militares.
Generales fallecidos
Entre militares que han muerto por COVID-19 están los generales (Ej) Juan Manuel Bogado Velásquez, (GN) Julio Rafael Lara Guzmán, (Av) Óscar Córdoba Guedez. Por otro lado, Alberto Enrique Rivas Peña, (Av) Wilson Marín Meza. En el hospital Domingo Luciani, murió el GB Pacheco Melgarejo. El Vicealmirante Hernán Gruber Odremán, quien participó en los golpes de Estado contra Carlos Andrés Pérez también falleció.
Entran las últimas semanas, en la lista de fallecidos los coroneles (Ej) José Luis Ramírez Aranda, y (Ej) Gabriel Duque Vivas. Se suma, el capitán de Navío Sánchez Correa. Otros fallecidos, son el coronel (GNB) Hendrik Otoniel Montañez, director del Círculo Militar en Lara. También el Cnel Richard Solórzano Barreto, quien era comandante de la Policía en Carabobo.
Un mayor del Ejército en una bolsa negra
“El Mayor (Ej) José Alberto Álvarez Guerrero falleció a causa del COVID-19, en El Poliedro de Caracas. Sus familiares, fueron a buscar su cuerpo y lo encontraron que fue introducido en una bolsa negra no identificada. Estaba junto a otros fallecidos tampoco identificados. No han podido recuperar sus restos.
En otro mensaje se lee: “El Tcnel Cruz Manuel Contreras Dionicie, Comandante del 332 Batallón Caribe “ presentó malestar general y fiebre. Lo trasladan al Hospital General “Dr. Felipe Guevara Rojas”, en el estado Anzoátegui”. Presentó síntomas asociados al COVID y murió poco después.
Los médicos militares también se contagian
El doctor y coronel Ángel Sánchez Meneses, por su contacto diario con pacientes militares retirados asintomáticos, contrajo COVID-19 y falleció el 14 de marzo.
Sánchez Meneses murió a consecuencia de atender a oficiales retirados dentro del Hospital Militar, en el Centro de Atención al Afiliado,
Ahora, está el Tcnel Jhon Montiel encargado de atender a los Afiliados del Iorfan que requieran atención en el Hospital Militar. Así como extensión de la récipes de medicamentos, exámenes de laboratorio.
Alarmante e incomprensible
Subraya el FIM que “la sucesión de fallecimientos recientes de distinguidos compañeros de armas, es realmente alarmante e incomprensible”.
Según explican, familiares de militares contagiados con el COVID-19 “han reportado que no fueron admitidos en el sistema de hospitales militares, pese a su gravedad. Protestan porque la Institución castrense optó por remitirlos a hospitales generales y de campaña que no reunían las condiciones esenciales. Mucho menos, de cuidados intensivos para su tratamiento y recuperación”.
Hay un vacío de políticas claras
Denunciaron que “en Venezuela está ocurriendo el sacrificio de personas, producto de la inexistencia de un sistema sanitario público eficiente. Producto del vacío de políticas oficiales de atención a los cientos de enfermos contagiados por la pandemia del COVID-19”.
“Lo que está ocurriendo en nuestro país nos llena a todos de profundo dolor e indignación". No es posible, dicen, que frente a esta tragedia no se haya producido una reacción del Ministro de la Defensa.
"No hay una sola referencia a ella. Por el contrario, el régimen politiza la grave situación sanitaria del país. Oculta la verdadera realidad, altera cifras. Se enfrasca en una suerte de competencia por quien trae más vacunas y de dónde", denuncian.
La prioridad es la urgencia sanitaria
Confesaron asistir con estupor “a las manifestaciones guerreristas del Ministro de la Defensa y Alto Mando Militar. Critican su empecinamiento en imponer una épica y narrativa para mostrar la capacidad bélica de la Fuerza Armada".
Se refieren, a las circunstancias "muy dolorosas para el país y sin considerar que la prioridad hoy debe estar focalizada en atender la situación de precariedad y urgencia sanitaria”.