Clasificar a los cárteles mexicanos de droga como organizaciones terroristas extranjeras, como lo propone el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, traería implicaciones que afectarían más a los migrantes mexicanos, pero que no reforzarían significativamente los instrumentos que ese país tiene para combatir el terrorismo, consideró el especialista en seguridad nacional estadunidense Eric Halladay.
En un artículo publicado en el sitio Lawfare, el experto analizó las consecuencias que podría traer la declaratoria de organizaciones terroristas de los grupos mexicanos de narcotráfico y destacó que los más afectados serían los migrantes en tránsito o ya procesados en Estados Unidos.
Lo anterior porque se les podría vincular más fácilmente a la labor de tráfico de estupefacientes e incrementarles a unos, las restricciones para ingresar al territorio estadunidense, y otros, las sanciones penales.
En materia penal, el especialista expone que, de lograrse la categorización aludida, si una persona extranjera es acusada de fabricar o distribuir sustancias controladas, "puede ser condenado por narcoterrorismo si el fiscal prueba que el acusado sabía que la acción proporcionaría directa o indirectamente ‘valor pecuniario’ a cualquier persona o grupo que participe en terrorismo o actividad terrorista".
Entonces, la condena podría duplicarse y llegar de los 10 a los 80 años de prisión.
Además, los fiscales podrían presentar cargos contra el acusado por “brindar apoyo material o recursos a una organización terrorista extranjera”.
Para ello, explica Halladay, el fiscal debe demostrar que el acusado proporcionó, intentó o conspiró a sabiendas para proporcionar apoyo a una organización terrorista extranjera y que el acusado sabía que el receptor del apoyo era ésta o que el grupo participaba en terrorismo o actividad terrorista.