La nueva "ley de comida chatarra" en Colombia posiciona la nación cafetera en la primera en toda Latinoamérica en reprender explícitamente los alimentos ultraprocesados.
El Político
La iniciativa contra la comida chatarra en Colombia se viene discutiendo desde 2019. Por lo que, tras 4 años de debates en el Congreso, entró en vigor este mes y se introducirá un impuesto gradualmente.
La ley impone un impuesto adicional sobre los alimentos afectados la cual comenzará con el 10% de forma inmediata, subiendo al 15% el próximo año y alcanzando el 20% para 2025.
"Los países de todo el mundo han estado implementando impuestos a la salud, por ejemplo, gravando el tabaco o las bebidas azucaradas, pero pocos los han extendido a los alimentos procesados", dijo Franco Sassi, profesor de política y economía de salud internacional en la Escuela de Negocios del Imperial College de Londres. "El modelo de Colombia es más expansivo que lo que hemos visto antes y podría servir de ejemplo para otros países".
Incoherencias de Petro
La decisión de implementar este impuesto no ha estado exenta de controversia. Algunos políticos de oposición, como el representante a la Cámara Miguel Polo Polo y la senadora María Fernanda Cabal, han expresado su desacuerdo con la medida, argumentando que representa un ataque a los empresarios y un golpe al bolsillo de los colombianos.
En una nación ahogada en delincuencia e inflación, esta nueva Ley podría ser considerada una nube de humo.
Sin embargo, el presidente Petro defendió enérgicamente este impuesto y argumentó que su objetivo es promover hábitos alimenticios más saludables y mejorar la salud de la población colombiana.
En un mensaje publicado en su cuenta de X (Twitter), el presidente Petro declaró: “Esto no es para recaudar dinero suyo, esto es para que usted escoja alimentos saludables y mejore el estado de salud del pueblo colombiano”.