El presidente brasileño, Michel Temer, anunció hoy una serie de medidas con las que su Gobierno intentará reanimar a la economía del país, que lleva ya dos años en profunda recesión y aún no da señales claras de recuperación.
Las nuevas medidas apuntan a mejorar el ambiente "microeconómico" y pasan por facilidades para que empresas y personas físicas puedan regularizar deudas tributarias, incentivos al crédito en el sector inmobiliario y una simplificación de la burocracia para el comercio exterior y la apertura o cierre de empresas, explicó el mandatario.
Asimismo, dijo que será ampliada la base de facturación anual que una pequeña o mediana empresa tiene para acceder a créditos con bajo interés otorgados por la banca pública y anunció algunas iniciativas para intentar potenciar el consumo.
Entre ellas, destacó la decisión de encomendarle al Banco Central la búsqueda de alternativas para reducir los tipos de interés en las operaciones con tarjetas de crédito, que en algunos casos llegan a superar la elevadísima tasa del 400 % anual.
Según Temer, se trata de propuestas que "han sido estudiadas y pensadas para aumentar la productividad del país y para combatir el desempleo", que según datos oficiales afecta hoy a unos 12 millones de brasileños.
El mandatario subrayó que el Gobierno avanzará en medidas para mejorar el "ambiente microeconómico" tras haber dados "algunos pasos fundamentales para recuperar el equilibrio de la macroeconomía".
En ese sentido, destacó la aprobación en el Parlamento de una polémica propuesta que limitará el aumento del gasto público anual a la tasa de inflación registrada en el ejercicio anterior durante un plazo de dos décadas, que sólo podrá ser revisada después de los primeros diez años.
Esa medida, aprobada con carácter de enmienda constitucional, fue promulgada hoy mismo por el Congreso y, según Temer, promoverá "un ambiente de confianza" entre los inversores privados, que percibirán la intención del Estado de "poner orden" en sus finanzas.
Con información de WRadio