México es uno de los peores países del mundo para ser periodista. Al menos 104 periodistas han sido asesinados en este país desde el año 2000, mientras que otros 25 han desaparecido y se presumen muertos.
Albani Herrera / El Político
Las llamadas son cada vez más frecuentes: hallaron otro cuerpo, desmembrado, con la ropa hecha jirones, con heridas de bala. El teléfono suena de día, a la medianoche y a la madrugada.
De acuerdo con las conclusiones del estudio, el año pasado la libertad de prensa mundial se redujo a su punto más bajo en los pasados 13 años.
En el caso de México, el documento señala que nuestro país es uno de los lugares más peligrosos del mundo para periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.
“La mayoría de los asesinatos y otros ataques violentos no son castigados, lo que lleva a una expectativa de impunidad, y los periodistas enfrentan una presión editorial extrema –incluyendo amenazas creíbles de violencia– de organizaciones criminales y autoridades corruptas.
“Los mecanismos gubernamentales para proteger a los periodistas se ven obstaculizados por las rivalidades burocráticas, la falta de recursos y la formación inadecuada”, indica el informe.
La organización refiere que en 2016 los funcionarios públicos y actores privados continuaron utilizando incentivos económicos para manipular el entorno durante el año.
Los casos incluyen a periodistas torturados o asesinados a petición de alcaldes, reporteros golpeados por hombres armados en sus redacciones por orden de funcionarios locales y policías que amenazan con matar a periodistas por cubrir las noticias.
Pero de los más de 800 casos graves de hostigamiento, agresión o homicidio cometidos contra periodistas en los últimos seis años, la oficina federal creada para enjuiciar los crímenes contra la libertad de expresión ha condenado a sospechosos en sólo dos.