El trato a una mujer estrangulada en México vuelve a disparar la indignación. Este miércoles fue hallado en el campus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el cuerpo sin vida de Lesby Berlín Osorio, de 22 años, con un cable de teléfono alrededor de su cuello en un caseta telefónica. En las horas siguientes al descubrimiento del cadáver, las autoridades de la ciudad no dieron pistas sobre los responsables del crimen. Pero, sorprendentemente, sí que dieron información acusatoria contra la víctima .
Por medio de su cuenta de Twitter, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México aseguró que la víctima estaba "alcoholizándose y drogándose", además "ya no estudiaba".
Miles de usuarios de redes sociales se manifestaron en contra de esos comentarios “no relevantes para la investigación”, que parecen culpar de su propia muerte a la mujer. Hasta el punto que el procurador Rodolfo Ríos Garza tuvo que salir públicamente a reconocer que fue “un grave error”.
https://twitter.com/rodolforiosg/status/860335991646633984
Sin embargo, este nuevo episodio no puede catalogarse como un error: en un país como México donde ocurren 4 feminicidios por cada 100,000 mujeres es una práctica común que las autoridades culpen a la propia víctima de su muerte argumentando el uso de drogas, su vestimenta “provocativa” o que estaba sola en la noche.
#UNAM #SiMeMatan ¡¡No fue suicidio, fue feminicidio!! @sangrederebelde @papillonsinalas @feminismosenred @laquearde @TuiteraMx @hekglez pic.twitter.com/djjGOjXmSg
— Rebelión (@RebelionMex) May 5, 2017
Ante los juicios de la Procuraduría de la Ciudad de México, se colocó como tendencia en redes el hashtag #SiMeMatan, donde muchas usuarias narraban circunstancias personales que podrían ser usadas en su contra por las autoridades en caso de ser asesinadas.
#SiMeMatan sepan que fue porque bebo ocasionalmente, tengo piercings en el cuerpo y no me he titulado.No soy una buena mujer.
— Adriana López ?? (@latiricienta) May 5, 2017
#SiMeMatan ojalá la policía (y los medios) se enfoquen en mi asesino y no en mi ropa, mis estudios, mi trabajo o con quién me acuesto.
— Paola Villarreal (@paw) May 5, 2017
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