La crisis en el Grupo Meta continúa con igual o peor turbulencia. Lo que comenzó como Facebook, una red social simpática y de amistad, ha seguido despidiendo trabajadores y sus apuestas, en particular el metaverso, se convirtió en un proyecto fallido.
Mario Augusto Beroes R./El Político
La desesperación del otrora genio de los negocios e Internet le ha llevado a cambiar de estrategia de manera radical y apostar por la Inteligencia Artificial, hasta tal punto de valorar cambiar el nombre de su imperio y que a partir de ahora sea conocido como MetAI.
Hace sólo 18 meses, Mark Zuckerberg apostó el futuro de Facebook al metaverso, e incluso cambió el nombre de la empresa por Meta.
Ahora, algunos analistas temen que se esté obsesionando demasiado con otra tecnología que no tiene nada que ver ni con las redes sociales ni con la realidad virtual.
En una entrevista con la agencia británica de noticias Reuters-Thompson, Zuckerberg y otros altos ejecutivos dedican ahora la mayor parte de su tiempo a la inteligencia artificial, según declaró a principios de mes el director de tecnología de la empresa, Andrew Bosworth. Boz, como se le conoce, fue el principal socio de Zuck en la malograda incursión del Metaverso.
El sueño del metaverso se desvanece
Una vez imaginado como el futuro de la interacción social, el metaverso prometía un universo digital compartido donde los usuarios pudieran conectarse, trabajar y jugar.
Facebook, ahora Meta, dirigida por su CEO Mark Zuckerberg, había dedicado 11.000 millones de dólares a hacer realidad este sueño.
La visión de Zuckerberg se encontró con el escepticismo desde el principio. El metaverso iba a ser una mezcla de realidad aumentada y virtual que permitiría a los usuarios sumergirse en un paisaje digital.
Con su vasto alcance, parecía la vía perfecta para que Meta expandiera su influencia y dominara un nuevo ámbito.
Sin embargo, su torpe puesta en marcha y sus problemas técnicos no tardaron en suscitar dudas sobre su utilidad (¿quién lo usaría realmente?) y burlas directas hacia el avatar personal de ojos muertos de Zuckerberg.
IA: ¿Salvación del imperio Meta?
Ante los obstáculos en la búsqueda del metaverso, Meta ha dirigido su mirada al prometedor campo de la inteligencia artificial.
Pero si Zuckerberg quiere seguir el ritmo de OpenAI, Microsoft y Google en IA, le va a salir caro. En octubre, el director financiero de Meta dijo que la IA impulsaría "sustancialmente todo" el crecimiento del gasto de capital de la empresa en 2023.
Meta ha recortado un poco sus planes de inversión desde entonces, pero la empresa ha estado comprando muchos chips de Nvidia, necesarios para entrenar nuevos modelos generativos de IA.
Estos componentes pueden costar unos 10.000 dólares cada uno.
La empresa ve el potencial transformador de la IA en áreas como los asistentes inteligentes, la moderación de contenidos y las experiencias de usuario personalizadas.
Aprovechando la IA, Meta busca innovar, perfeccionar sus ofertas y adaptarse a las necesidades siempre cambiantes de su base de usuarios.
El mundo de la IA está repleto de competidores, tanto gigantes tecnológicos consolidados como empresas emergentes.
Por lo tanto, Meta no solo debe hacerse un hueco en este espacio abarrotado. También debe mantenerse por delante de rivales como Google, Amazon y Microsoft, que también están invirtiendo mucho en investigación y desarrollo de IA.
Para prosperar, Meta debe innovar y adaptarse, garantizando que sus soluciones de IA sigan siendo novedosas y relevantes en un mercado dinámico. ¿Será capaz Zuckerberg de cambiar el rumbo de su compañía con éxito?
¿O se volverá a equivocar?