Rusia, o Federación Rusa, que es su nombre oficial, coquetea con un nuevo impago o default, algo que no ocurría desde 1998, cuando se derrumba la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Mario Augusto Beroes R./El Político
Sin embargo, los cálculos de Vladímir Putin y su alto mando militar como que no previeron la resistencia y determinación del ejército ucraniano, mucho menor equipado y con menos hombres, pero con mayor coraje.
Este aspecto, unido a las sanciones occidentales han puesto en crisis la economía y han dejado al gobierno al borde de otro impago.
Esto repercute en los mercados financieros mundiales y aleja aún más a Rusia del sistema económico mundial, pero acerca a los mercados financieros al recuerdo de la pesadilla de 1998.
¿Por qué se enfrenta Rusia a un impago?
Después de que Putin desencadenara la guerra a finales de febrero, los gobiernos occidentales se unieron para imponer estrictas sanciones para restringir el comercio y prácticamente aislar al país de los mercados financieros mundiales.
Uno de los principales problemas para el gobierno es que las sanciones le han impedido disponer de aproximadamente la mitad de sus reservas de divisas por valor de 640.000 millones de dólares.
Por lo que cancelar sus compromisos financieros se ha vuelto sumamente complicado, o digámoslo de una manera más sencilla: difícil.
Fitch, una de las principales agencias de calificación crediticia, rebajó la calificación de Rusia, que antes era de grado de inversión, a "basura" y dijo que el impago es "inminente".
Los bonos del país se han desplomado hasta cotizar en torno al 20% de su valor nominal.
¿Cuándo podría la Federación Rusa entrar en mora?
Rusia se enfrenta a su primera gran prueba hoy, cuando vence el pago de intereses por valor de 117 millones de dólares de dos bonos en dólares. ¿Un posible default?
Sin embargo la nación euroasiática dispone de un periodo de gracia de 30 días, por lo que el 15 de abril es la fecha clave a vigilar.
El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, dijo el domingo que el gobierno puede pagar, pero que podría tener que hacerlo en rublos rusos, dados los efectos de las sanciones.
Esto equivaldría a un impago o default, dado que los inversores firmaron para que se les pagara en dólares, y podría ser el comienzo de una larga cadena de impagos para el gobierno ruso y las principales empresas del país, como Gazprom y Sberbank.
El gobierno debía unos 39.000 millones de dólares a través de bonos en moneda extranjera a finales de 2021, ha estimado JPMorgan, de los cuales unos 20.000 millones estaban en manos de inversores extranjeros.
Las empresas rusas tenían alrededor de 98.000 millones de dólares de deudas en moneda extranjera, según los analistas del banco, de los cuales 21.000 millones estaban en manos de extranjeros.
Los perjudicados
Es probable que las consecuencias de la crisis de la deuda rusa sean menos dramáticas de lo que muchos podrían esperar.
La deuda externa de Rusia es en realidad bastante pequeña en comparación con la de muchos otros países.
Esto se debe en parte a que el país ha estado sometido a algún tipo de sanción occidental desde que invadió Crimea en 2014, lo que ha disuadido a muchos posibles inversores.
Sin embargo, un default multimillonario todavía se sentirá en los centros financieros de todo el mundo, especialmente si las empresas rusas son absorbidas.
Las sanciones dificultarán cualquier acuerdo de reestructuración entre el deudor y los acreedores, lo que significa que los inversores pueden verse obligados a absorber simplemente sus pérdidas hasta que el conflicto termine.
A finales de febrero, Bloomberg estimó que BlackRock era la empresa más expuesta a la deuda rusa en dólares, con participaciones por valor de unos 1.500 millones de dólares.
Capital Group, Legal & General y Fidelity Investments tenían cada uno más de 200 millones de dólares.
Antes de la invasión, la deuda rusa también estaba incluida en fondos e índices propiedad de instituciones como fondos de pensiones, así como de algunos inversores minoristas.
Sin embargo, la mayor parte del daño ya está hecho, dado el dramático desplome del valor de los activos rusos en las últimas dos semanas.
¿Causará una crisis económica o financiera?
La última vez que Rusia entró en impago fue en 1998, aunque no de su deuda en moneda extranjera.
El suceso provocó una conmoción en el sistema financiero estadounidense.
El fondo de cobertura, llamado Long Term Capital Management, tuvo que ser rescatado por valor de 3.600 millones de dólares.
Sin embargo, un default ruso tendría probablemente un impacto mucho menor esta vez, según los analistas.
"Los vínculos financieros, en particular, son pequeños", dijo a El Político, Melanie Debono, economista senior para Europa de Pantheon Macroeconomics.
"Los bancos de los países más expuestos están bien preparados para capear cualquier perturbación".
Pero en el complejo y opaco mundo de las finanzas modernas, existe el riesgo de que algunas empresas se expongan en exceso y causen problemas más amplios, como LTCM.
Sin embargo, es poco probable que un impago empeore mucho las cosas para la economía rusa, que ya está sumida en una gran crisis.
Capital Economics espera que la economía rusa se contraiga un aplastante 12% este año, a medida que las sanciones se hacen sentir, los costes de la guerra aumentan y las empresas y el capital extranjeros huyen del país.