La primera dama, Melania Trump, se despidió de la Casa Blanca rechazando el violento e histórico asalto al Capitolio en Washington D.C..
El Político
El inédito episodio registrado hace cinco días por partidarios de su esposo, Donald Trump, y en el que murieron cinco personas en diferentes circunstancias conmocionó a la opinión pública mundial.
En un comunicado publicado en la página web de la Casa Blanca y difundido en redes sociales, Melania Trump señaló que "es inspirador ver que tantos han encontrado pasión y entusiasmo al participar en una elección, pero no debemos permitir que esa pasión se convierta en violencia".
La primera dama añadió que le parece “vergonzoso” que se le haya cuestionado sobre su silencio por lo ocurrido en el Capitolio, a pesar de que han pasado cinco días sin una reacción oficial al ataque más grave cometido contra la democracia estadounidense en más de un siglo. Además, su esposo ni siquiera ha aceptado su responsabilidad por incitar a sus seguidores a cometer este asalto, lo que puede provocar que sea juzgado por el Congreso por segunda vez en poco más de un año.
“Encuentro vergonzoso que alrededor de estos trágicos eventos haya habido chismes, ataques personales injustificados y falsas acusaciones sobre mí”, dijo la primera dama, “esta vez se trata únicamente de calmar a nuestro país y a sus ciudadanos. No debe ser usado para beneficio personal”.
Lo dicho por la primera dama parece estar dirigido a Stephanie Winston Wolkoff, una exasesora que durante el fin de semana escribió un artículo en la web The Daily Beast en el que asegura que Melania Trump ha sido cómplice de su marido y que tiene “sangre en sus manos”.
Wolkoff. indicó que "desearía poder decir que estoy sorprendida por las acciones del presidente Trump pero tristemente no puedo, o decir que no comprendo el silencio y la inacción de Melania, pero patéticamente, ambas acciones eran de esperarse".
"Melania sabe cómo ‘ser mejor’ (Be Best, en inglés, el nombre de su campaña insignia para detener el bullying en internet) en pararse y leer de un teleprompter y no hablar desde el corazón. Ella y su marido carecen de carácter o de brújula moral", dice Winston Wolkoff.
El mismo día del violento asalto al Capitolio, Stephanie Grisham, jefa de Gabinete de Melania Trump y exsecretaria de prensa de la Casa Blanca, renunció a su cargo.
“Ha sido un honor servir al país en la Casa Blanca. Estoy muy orgullosa de haber sido parte de la misión de la señora Trump de ayudar a los niños en todas partes y orgullosa de los muchos logros de esta Administración", dijo en su carta de renuncia.
Grisham fue una de las funcionarias de la Administración Trump con más años de servicio. Comenzó trabajando para el entonces candidato en 2015, en el equipo de prensa de su campaña electoral. Ingresó a la Casa Blanca como subsecretaria de prensa en marzo de 2017, donde luego la primera dama la designó para liderar a su escaso personal en el Ala Este.
Anna Cristina Niceta, secretaria de asuntos sociales de la Casa Blanca, es otra de las personas cercanas a Melania Trump que renunció horas después de que seguidores de Trump atacaran el Congreso.
La primera dama no mencionó nada sobre los responsables de incitar la violencia ni tampoco sobre el llamado de invocar la 25ª Enmienda para sacar a Trump de la presidencia o sobre el plan de los demócratas de la Cámara de Representantes para iniciar un juicio político.
En lo que parece ser además una carta de despedida, Melania Trump manifestó que fue un “honor” servir como primera dama.
"Quiero agradecer a los millones de estadounidenses que nos apoyaron a mi marido y a mí durante los últimos cuatro años y mostraron el increíble impacto del espíritu estadounidense”, dijo Trump.
— Melania Trump (@FLOTUS) January 11, 2021
Este es el texto completo de la carta de despedida de Melania Trump:
La primera dama Melania Trump: Nuestro camino hacia el futuro
Como todos ustedes, he reflexionado acerca del año pasado y cómo el enemigo invisible, el COVID-19, se extendió por toda nuestra hermosa nación. En todos los países se ha vivido la pérdida de seres queridos, dificultades económicas y las consecuencias negativas del aislamiento.
Como primera dama, ha sido inspirador ser testigo de primera mano de lo que las personas de nuestra gran nación son capaces de hacer para ayudar a los demás, especialmente cuando estamos en nuestro punto más vulnerable.
En casi todas las experiencias que he tenido, pude encontrar historias individuales que puedo guardar en mi corazón al regresar a casa.
Recientemente, mi corazón está con: la veterana de la Fuerza Aérea, Ashli Babbitt; con Benjamin Philips, Kevin Greeson, Roseanne Boyland, y con los oficiales de la Policía del Capitolio, Brian Sicknick y Howard Liebengood. Rezo por el consuelo y la fortaleza de sus familias durante este difícil momento.
Estoy decepcionada y abatida con lo que pasó la semana pasada. Encuentro vergonzoso que alrededor de estos trágicos eventos haya habido chismes bochornosos, ataques personales injustificados, y falsas acusaciones engañosas sobre mí; de personas que buscan ser relevantes y tienen una agenda. Esta vez se trata únicamente de aliviar a nuestro país y a sus ciudadanos. No debe ser usado para beneficio personal.
Nuestra nación debe reponerse de manera civilizada. No se equivoquen, condeno absolutamente la violencia que ha ocurrido en el Capitolio de nuestra nación. La violencia nunca es aceptable.
Como estadounidense, estoy orgullosa de nuestra libertad para expresar nuestros puntos de vista sin persecución. Es uno de los ideales fundamentales sobre los que Estados Unidos está construido. Muchos han hecho el sacrificio más importante para proteger ese derecho. Con eso en mente, me gustaría pedir a los ciudadanos de este país que se tomen un momento para observar calmadamente las cosas desde todas las perspectivas.
Imploro a la gente que detenga la violencia, que nunca haga suposiciones basadas en el color de la piel de una persona o que use diferentes ideologías políticas como base para la agresión y la malicia. Debemos escucharnos unos a otros, centrarnos en lo que nos une, y elevarnos por encima de lo que nos divide.
Es inspirador ver que tantos han encontrado la pasión y el entusiasmo de participar en una elección, pero no debemos permitir que esa pasión se convierta en violencia. Nuestro camino hacia adelante es unirnos, encontrar nuestros puntos en común y ser la gente amable y enérgica que sé que somos.
La fuerza y el carácter de nuestro país se han revelado en las comunidades que han sido afectadas por desastres naturales y a lo largo de esta terrible pandemia que nos ha afectado a todos. El hilo común en todas estas situaciones desafiantes es la inquebrantable resolución de los estadounidenses de ayudarse unos a otros. Su compasión ha mostrado el verdadero espíritu de nuestro país.
Como dije durante el verano, son estos momentos decisivos los que recordaremos y les diremos a nuestros nietos que, a través de la empatía, la fuerza y la determinación, fuimos capaces de restaurar la promesa de nuestro futuro. Cada uno de ustedes son la columna vertebral de este país. Ustedes son las personas que continúan haciendo de Estados Unidos lo que es, y que tienen la increíble responsabilidad de preparar a nuestras futuras generaciones para dejar todo mejor de lo que lo encontraron.
Ha sido el honor de mi vida servir como su primera dama. Quiero agradecer a los millones de estadounidenses que nos apoyaron a mi esposo y a mí durante los últimos cuatro años y mostraron el increíble impacto del espíritu estadounidense. Les agradezco a todos por permitirme servirles en plataformas que me son muy queridas.
Lo más importante, pido sanación, gracia, comprensión y paz para nuestra gran nación.
Cada día recordemos que somos una nación guiada por Dios. Dios los bendiga a todos y Dios bendiga a los Estados Unidos.
Sinceramente,
Melania Trump.
Fuente: telemundo