La Justicia procesó a cinco personas en la tarde de ayer: cuatro con prisión y una sin prisión por maniobras de estafa a diferentes entidades financieras que llevaba adelante una banda organizada de delincuentes uruguayos. Esta semana, desfilarán por el juzgado Penal de 16° Turno un centenar de personas, aproximadamente, que están identificadas como partícipes de estos hechos.
La jueza Julia Staricco hizo lugar al pedido de procesamiento que realizó el fiscal Gustavo Zubía, entendiendo que de las ocho personas que declararon ayer, cinco estaban directamente vinculadas al delito de estafa continuada.
Para una mujer, la jueza dispuso prisión domiciliaria porque tiene a su cargo tres niños menores de edad, y uno de ellos, "con enfermedades graves", según informaron a El País fuentes vinculadas al caso.
En total ya son 17 los procesados por este hecho que comenzó a detectarse por diferentes entidades financieras en el mes de noviembre del año pasado. Según investigadores del caso, "las cifras de procesamientos esta vez pueden ser récord porque hay unos 100 involucrados de los cuales se sabe en qué lugares sacaron préstamos, cómo se llaman, y dónde viven; de todas las maniobras fraudulentas que realizaron estas personas, hay pruebas".
La operativa.
Las maniobras que llevaban adelante los estafadores "eran a nivel profesional y la tenían clara", informaron a El País los investigadores del caso. Primero abrían empresas "fantasmas", que no existían y no funcionaban como tales, por lo tanto tampoco estaban inscriptas ante el Banco de Previsión Social (BPS).
Además de las empresas inventadas, los delincuentes también falsificaban supuestos recibos de sueldos, así como facturas de OSE y UTE. De este modo se aseguraban tener toda la documentación que les pedían a la hora de solicitar préstamos de dinero en diferentes entidades financieras.
Luego la táctica era buscar a personas económicamente vulnerables y que no estuvieran en el Clearing, para que accedieran a inscribirse en las empresas truchas. Los estafadores que buscaban a las personas se desplazaban por Montevideo y Canelones en un auto marca Volkswagen, modelo Bora, color negro.
Luego de que lograban convencerlas, les pedían sus datos para llevar a cabo la maniobra con los recibos de sueldo y las facturas truchas.
Los delincuentes llevaban a las personas hasta las entidades financieras diciéndoles que el trato era que iban a poder sacar un préstamo de entre $ 60.000 y $ 80.000, solo si el dinero era dividido en un 50% con ellos. La mayoría accedía.
Cuando la entidad financiera otorgaba el préstamo al cliente, los estafadores que organizaban la trama recibían finalmente la mitad del dinero, "muchas veces el dinero era dividido dentro de los locales", aseguraron a El País, según los datos que proporcionaron ante la Justicia los integrantes de esta banda.
Descubrimiento.
La farsa fue descubierta por una de las empresas estafadas cuando un hombre solicitó un monto de $ 85.000. En ese momento, la maniobra que ya era habitual, se frustró cuando le solicitaron al cliente, y cómplice de la banda, el certificado de inscripción al BPS de su supuesto lugar de trabajo.
Obviamente, como la empresa era ficticia y los documentos no existían, la entidad financiera llevó a cabo la denuncia correspondiente del caso que determinó la investigación del Departamento de Operaciones Encubiertas y la Dirección de Información Táctica de Jefatura de Policía de Montevideo.
Según la investigación, que ayer se actualizó con un monto aproximado de las estafas, las mismas sobrepasarían los 8 millones de pesos, cerca de 270 mil dólares. En horas de la tarde de ayer, una de las entidades financieras estafadas radicó una denuncia penal por $ 500.000.
Con información de El País