Tras ser víctimas de un robo de $152,000 (rebajados luego a $16,000 por la Policía) la semana pasada, los médicos cubanos en Venezuela han pasado a ser vistos como privilegiados por su acceso a los billetes verdes que contrasta con la lamentable situación de la población local. En el mercado negro, la cotización del dólar está sobre los 3,4 millones de bolívares.
Mario J Petón / El Nuevo Herald
Varios médicos consultados por este diario temen que la exposición mediática los convierta en objetivo de las bandas de delincuentes. Pero, según ellos, en realidad el nivel de vida de un profesional de la salud cubano en Venezuela deja mucho que desear.
“Nos dan un millón de bolívares al mes. Ese es el estipendio. No alcanza para nada”, dijo un médico que, como al resto, se le prohíbe hablar con la prensa. Algunos médicos suponen que el estipendio llegará a los 3 millones después de las subidas del salario mínimo, la última a finales de abril, pero hasta el momento no se ha concretado ninguna medida al respecto.
Todo el personal cubano: técnicos, enfermeras y doctores, recibe el mismo monto. El gobierno venezolano les garantiza una vivienda donde conviven con otros “internacionalistas”, además de una bolsa de comida, y Cuba les costea los boletos de avión para regresar de vacaciones a la isla.
“Nosotros no tenemos la culpa de lo que está pasando en Venezuela, la tiene el gobierno de este país que no ha podido controlar la situación”, dijo este médico, que en ocasiones se ha sentido “despreciado” por sus pacientes. “Prefiero la Cuba del Período Especial a la Venezuela de Nicolás Maduro”, dijo.
Para comprar aseo y alimentos, el profesional trajo dinero desde Cuba. “Cuando se me termina y no tengo con qué comprar, mando a buscar más”, dijo. En la isla, el gobierno le mantiene su salario y además le deposita una cantidad en pesos convertibles en una cuenta congelada que pierde si abandona la misión o lo sancionan.
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Entre las prohibiciones cuya violación podría suponerle el regreso a Cuba están ausentarse del trabajo, conversar con la prensa extranjera sobre la misión médica o intentar escapar a Colombia o cualquier país vecino. El médico dijo que no ha pensado huir porque teme no volver a ver a sus familiares en la isla. “Me castigan prohibiéndome la entrada a Cuba por ocho años. No puedo estar alejado de mi familia tanto tiempo”, dijo.
Varios médicos han enviado mensajes a los jefes de misión pidiendo mejoras salariales y protección, siempre bajo la consigna de “con la revolución todo” para no ser tachados de contrarrevolucionarios, explica un tercer médico que trabaja en Zulia.
“Si nuestros familiares en Cuba o nuestros colegas supieran las cosas por las que tenemos que pasar en este país de m…, nadie vendría”, dijo el médico. Pero los medios oficiales de la isla censuran las noticias negativas sobre sus misiones en el extranjero.
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