Las negociaciones del gobierno con el exrecluso de Guantánamo Jihad Diyab se tensaron aún más este martes con el anuncio que realizó Christian Mirza, el encargado de mediar entre el refugiado sirio y las autoridades nacionales. Tras una reunión en el apartamento de Diyab, Mirza contó que dejará de ser el nexo entre el gobierno y el exrecluso, que continúa con la huelga de hambre seca (sin ingesta de líquidos) que retomó el 3 de octubre.
Según informó el diario La República, Mirza entregó este martes las cartas que el refugiado había solicitado a Cancillería para gestionar su ingreso a Turquía, Catar, Líbano y Venezuela. "Las cartas dicen que cuenta con la documentación en regla, qué tipo de documentación, que no existe ningún tipo de impedimento legal para que salga del país y sea recibido en otros y todos los términos que él había planteado", señaló Mirza al diario.
El mediador solicitó a Diyab que abandonara la huelga de hambre, ya que el gobierno entiende que cumplió con los requerimientos del refugiado. "Salió con otro tema que no tiene nada que ver", afirmó Mirza, quien contó que Diyab le dijo que Uruguay le había trancado una solicitud de visa a un país latinoamericano. En declaraciones a El Espectador, el mediador dijo que esa acusación es "totalmente falsa". Y agregó: "Me di cuenta de que había llegado a un límite con Diyab y por eso decidí dejar de ser el nexo con él, no con los otros cinco refugiados".
En una carta divulgada este miércoles, Mirza hizo pública su renuncia. "Cuando en marzo de 2015 acepté asumir el rol de nexo con los seis ex presos de la cárcel de Guantánamo en carácter honorario, estaba convencido y por cierto lo sigo estando, de que podía contribuir al proceso de integración de aquellos a la sociedad uruguaya. Hoy después de un mes y medio de diálogo con Deyab y tras numerosos intentos en pos de salvaguardar su vida e integridad, y consecuentemente colaborar a que se cumpliera su deseo de irse del país en procura de reunificarse con su familia, me encuentro al final del camino", expresó Mirza.
Según cuenta en la carta, el gobierno hizo "muchos e ingentes esfuerzos" para conseguir un destino para el refugiado. "Del mismo modo que los otros cinco ex presos de la oprobiosa cárcel de Guantánamo, el Sr. Deyab contaba con los elementos necesarios a tales propósitos. Sin embargo, ante la compleja realidad y pese a estar esperando – aún en estos momentos -respuestas de otros Estados ante las gestiones realizadas por Cancillería, la que por otra parte accedió recientemente al petitorio formulado ante la CORE, la actitud de Deyab no se ha modificado. De mi parte siento que nada más puedo aportar".
La salud de Diyab
Mirza dijo que vio en buen estado al refugiado. "Lo encontré bien, recuperado, cuando llegué estaba hablando por teléfono", dijo a La República. Hace dos días, Diyab entró en coma superficial por segunda vez en lo que va de su protesta.
La doctora Julia Galzerano, integrante de la Comisión de Derechos Humanos del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), informó a El Observador este lunes que el refugiado estaba con suero. "Se encuentra muy agotado y muy deshidratado. La situación es más grave que la registrada el mes pasado porque se suman días de huelga de hambre y huelga seca", contó Galzerano.
Diyab, de origen sirio, llegó a Uruguay a fines de 2014 en calidad de refugiado junto a otros ex presos de Guantánamo. Reclama que el gobierno le asegure la posibilidad de trasladarse hacia un país árabe donde reencontrarse con su familia.
El Poder Ejecutivo señaló que ha realizado gestiones pero ningún país aceptó recibir a Diyab. "Los requisitos para que una persona pueda ingresar a otro país son ajenos al gobierno uruguayo", dijo a la prensa el viernes pasado el subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores, José Luis Cancela.
Con información de: El Observador