Una joven se vio acorralada y tuvo que confesar que mató a su amiga porque una foto, tomada horas antes del crimen, mostraba el objeto con el que le quitó la vida.
Brittney Gargol, de 18 años de edad, fue hallada muerta en 2015, en Canadá. Junto al cuerpo había un cinturón que usaron para asesinarla.
Reconstruyendo el crimen, le preguntaron a su amiga Cheyenne Antoine qué sabía sobre Brittney, a lo que respondió que la última vez que la había visto estaba con un hombre desconocido con el que supuestamente partió después de una noche de tragos.
Las pruebas, los testigos y las cámaras de seguridad mostraron vacíos en la historia de Cheyenne. Acorralada, finalmente confesó lo que en realidad había ocurrido.
Brittney Gargol y Cheyenne Antoine, de 21 años en ese momento, habían bebido la noche del homicidio. Discutieron y todo se salió de control. Antoine tomó el cinturón y la ahorcó hasta asfixiarla.
Este mismo cinturón es el que aparece en la fotografía, tomada y publicada horas antes del desafortunado hecho.
“Nunca me lo perdonaré. Nada que yo diga o haga me la devolverá. Lo siento muchísimo…”, dijo la confesa homicida a través de su abogado.
Con información de Cactus24