El miércoles, Sergio Massa y los diputados del Frente Renovador se tomaban una foto frente a la Casa Histórica de Tucumán. En el centro de la imagen sonreía Margarita Stolbizer, la socia que el massismo quiere sumar para las elecciones de 2017. Al día siguiente, de vuelta en esta ciudad, Massa ingresaba a la Casa de Entre Ríos. Lo esperaban el gobernador de esa provincia, Gustavo Bordet, el diputado del bloque Justicialista, Diego Bossio, y el jefe del bloque de senadores del FPV, Miguel Ángel Pichetto. Todos peronistas. Ninguna foto.
Planteado así, el contraste sirve para ilustrar el juego que Massa ensaya mientras faltan meses para plantear su apuesta electoral: reforzar públicamente su vínculo con la líder del GEN, con la que espera explicar mejor el "camino del medio" entre kirchnerismo y macrismo que propuso en 2015; sin descuidar los lazos con el peronismo que ya derribó puentes con El Calafate.
Claro que el massismo y el resto de los presentes en la Casa de Entre Ríos negaron que el encuentro tuviera como eje central las elecciones. En cambio, señalaron que la agenda giró sobre los proyectos de ley que se tratarán esta semana en la Cámara alta: en particular, las iniciativas para beneficiar a las autopartistas y pymes.
También hablaron de las leyes del arrepentido (que sufriría correcciones con respecto al texto aprobado en Diputados) y la de extinción de dominio. Un tema combinó la agenda parlamentaria y la electoral: un proyecto para que las provincias que cumplen con el régimen de responsabilidad fiscal no deban pedir permiso en la Casa Rosada para tomar deuda. Temen que Macri use esa herramienta para condicionar a los gobernadores durante el año electoral, como lo hizo el kirchnerismo antes.
Pero claro que hablaron de política. "Hablamos mucho, estamos buscando coincidencias. De hecho, si estamos trabajando proyectos con Sergio es porque hay coincidencias políticas detrás", ilustró uno de los presentes. Prometió que "en breve" se harán públicas las señales en ese sentido.
De hecho, la fuente se mostró confiada en afirmar que la presencia de Stolbizer no genera conflicto entre los "compañeros". Eso sí, señaló que los nombres de Massa, Florencio Randazzo y Bossio, juntos, son suficientes para hacer un buen papel en las elecciones.
Detrás de esa necesidad de generar una "propuesta ganadora" y una "agenda potente" también está el temor que desataron los últimos acercamientos al peronismo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal. "Si no generamos un foco de atención, el macrismo nos va a seguir comiendo intendentes y legisladores", explicaron.
Para alejarlo de la "rosca", en Tigre dijeron que Massa llegó tarde al encuentro en la Casa de Entre Ríos y se enfocó en la conversación parlamentaria. Pero el diputado no escapó a la charla sobre el peronismo. "Por ahora, ni [el ex gobernador de Córdoba] José Manuel de la Sota ni yo estamos pensando en volver al PJ", dijo. "Por ahora", escucharon los demás.
Massa también se habría mostrado interesado en una carta con tono autocrítico -sobre el kirchnerismo- en la que estaría trabajando un ex gobernador ultrakirchnerista. Le preguntó a Bordet por el tema. Quizás para aguijonearlo.
Tras la enseñanza que le dejaron el desplome de las encuestas de 2014 y la sangría de aliados en 2015, el ex intendente de Tigre no se apartará de ese esquema: mostrarse públicamente sólo con actividades parlamentarias y propuestas (o críticas) para el Gobierno. Y mantener las conversaciones políticas lejos de los flashes.
Hoy, por ejemplo, visitará el partido de General Pinto, donde semanas atrás sumó al intendente peronista Alexis Guerrera. Massa llegará con el libreto institucional de entregar subsidios a empresas y clubes afectados por el tarifazo. Evitará que la foto con Guerrera escape a ese pretexto.
La misma lógica siguen las reuniones semanales que mantiene con intendentes bonaerenses. Como Leonardo Nardini, de Malvinas Argentinas, o Ariel Sujarchuk, de Escobar. Dos hombres de discurso kirchnerista. O el partido de fútbol que tendrá esta semana con Gustavo Menéndez, de Merlo.
Integran el grupo de intendentes jóvenes, como Martín Insaurralde o Gabriel Katopodis, pero a diferencia de éstos no se aferran a la figura de Randazzo como candidato. O como arma de negociación para "bajarle el precio" a Massa. "Si Randazzo cree que nació para ser candidato, no le va a ir bien", dijo ayer Sujarchuk a lapoliticaonline . "Hay una tendencia a encontrarse con Massa", cerró.
A diferencia de Massa, otros actores del Frente Renovador sí están habilitados a mostrar públicamente sus reuniones con el peronismo. No hay que buscar muy lejos: esta semana, fueron su mujer, Malena Galmarini, y su cuñado, el senador provincial Sebastián Galmarini, quienes más aportaron a ese álbum de fotos. "Es el inicio de un camino que nadie sabe cómo termina", prometen.
En esta nota: Sergio Massa Margarita Stolbizer LA NACION Política
Con Información de: La Nacion