Sergio Massa concentró todo el poder que podía concentrar dentro del gobierno nacional. Nunca antes había tenido tanto, pese a su influencia en las decisiones de la cúpula presidencial.
El Político
Su nombramiento como ministro de Economía, Producción y Agricultura, se decidió después de largas negociaciones con Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y constituye el certificado de su propio triunfo.
Un extenso trabajo publicado en el portal argentino Infobae, da a conocer que el presidente de la Cámara de Diputados se convirtió en la única esperanza del peronismo para intentar enderezar la gestión.
Por eso no sorprende la presión que ejercieron los gobernadores del PJ en el inicio de la jornada de ayer y el respaldo que le dio la Confederación General del Trabajo (CGT) pocas horas después de que se confirmara su desembarco en el Gabinete.
Que sí…que no
Massa había quedado muy golpeado cuando el domingo 3 de julio llegó a su final.
Ese día hubo intensas negociaciones para que se haga cargo de la Jefatura de Gabinete y controle los principales resortes de la economía.
No sucedió. Fernández no le quiso dar tanto poder y resistió. En esa encrucijada, resolvió, en un acuerdo con la vicepresidenta, que Silvina Batakis reemplace a Martín Guzmán.
Batakis fue la pieza que pudo unir un jarrón que está roto hace mucho. El punto de acuerdo entre Alberto y Cristina después de cuatro meses sin hablarse.
Tomó el timón del ministerio de Economía con una disparada del dólar libre y el riesgo país en alza, pero con la firme convicción de realizar un ajuste fiscal y cumplir con las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fue la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, la que el último lunes, después de reunirse con la ex ministra de Economía, destacó “los esfuerzos iniciales para fortalecer la sostenibilidad fiscal” y habló de una reunión “productiva”.
— Kimi (@eaceto) July 29, 2022
Fue una buena señal para el Gobierno, que había arrancado la jornada con el dólar libre en $338 y luego de una semana con los mercados completamente alterados.
Apenas 25 días
Batakis duró en su cargo 25 días, contando el jueves, cuando luego de dos horas de reunión con Alberto Fernández, puso su renuncia a disposición y le dejó en claro al Presidente que no tenía intenciones de seguir en el ministerio, bajo la órbita de Massa.
Lo mismo hizo Daniel Scioli, que estuvo 44 días al frente del ministerio de Desarrollo Productivo, del que había sido desplazado Matías Kulfas.
El Presidente le ofreció a Scioli ocupar el ministerio de Turismo y Deportes, que conduce Matías Lammens. El ex gobernador bonaerense no aceptó.
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