Un potente terremoto de magnitud 6.3 remeció los cimientos de Afganistán. El movimiento tuvo su epicentro en el estado de Herat, al oeste del país asiático.
El Político
El temblor principal fue secundado por una serie de sismos de gran intensidad.
Hasta cuatro réplicas de más de 5 grados en la escala de Richter se contabilizaron en el transcurso de una hora.
Durante una actualización ofrecida este domingo, el Ministerio de Gestión de Desastres informó la muerte de 2.400 personas.
Entre los heridos, por su parte, hay más de 2.000 individuos.
Se estima que el terremoto y sus consiguientes réplicas provocaron el derrumbe de 1.320 casas.
Las viviendas, han dicho funcionarios del talibán afgano, quedaron reducidas a escombros.
Equipos de rescate fueron enviados a la zona. Su misión es la de proporcionar agua, comida y medicinas a los sobrevivientes.
Esos mismos expertos se encargarán, además, de empezar la búsqueda de personas que pudieron quedar atrapadas entre las ruinas.
Organismos humanitarios como la Sociedad de la Media Luna Roja Afgana también participan en los esfuerzos de recuperación de víctimas.
Afganistán, un país que desde 2021 se encuentra controlado por los talibanes, es propenso a desastres naturales.
Parte de su tendencia a las catástrofes radica en su ubicación geográfica. La nación se sitúa en la cadena montañosa del Hindu Kush, un punto de gran actividad sísmica.
Por otro lado, su población suele vivir bajo el umbral de la pobreza y en condiciones de extrema vulnerabilidad.