Al menos 5.701 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) han muerto en Siria por los bombardeos de la coalición internacional liderada por EE.UU., iniciados el 23 de septiembre de 2014, según datos difundidos este lunes por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La mayoría de esos muertos son combatientes extranjeros del EI y entre ellos figuran dirigentes de la organización, como Abu Omar al Shishani, Abu al Hiya al Tunisi, Abu Osama al Iraqui u Omar al Rafidan.
A ellos se suma un cabecilla del EI que falleció junto a su esposa y sus cuatro hijos menores de edad en un ataque en Dabiq, en el norte de la provincia de Alepo (noroeste).
Los bombardeos de la coalición no solo han ocasionado pérdidas en las filas del EI, sino también en las del Frente de la Conquista del Levante (exfilial siria de Al Qaeda), grupo en el que han causado la muerte a 141 militantes.
La alianza internacional también ha tenido como blanco posiciones de otros grupos yihadistas en las provincias de Alepo e Idleb, donde al menos 139 combatientes radicales han perecido.
Además, diez milicianos de la organización extremista Ejército de la Sunna en Atme, en Idleb, murieron por un ataque de la coalición.
Por otro lado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que al menos 820 civiles, de los que 193 eran menores y 117 eran mujeres, han fallecido por esos bombardeos en distintas partes del país.
Asimismo, hay 90 efectivos de las fuerzas gubernamentales y milicianos leales al presidente Bachar al Asad que perdieron la vida por un bombardeo de la coalición contra un cuartel de una brigada de artillería y otras posiciones militares en el monte Al Zarda en Deir al Zur (noreste).
La ONG también ha documentado el fallecimiento de un combatiente de un grupo islámico, que era prisionero del EI y que murió durante un bombardeo contra un centro de detención de los yihadistas mientras estaba en cautiverio.
La fuente agregó que un activista informativo del EI pereció por un ataque de la coalición en Tel Batal, en el norte de Alepo.
El EI proclamó en junio de 2014 un califato en Siria e Irak, donde controla partes del norte y el centro de ambos países.
Con información de EFE