Más de 1.000 yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) han muerto desde el inicio de la fase final de la ofensiva en el casco antiguo de la ciudad septentrional de Mosul, lanzada el pasado 19 de junio, informó hoy a Efe el comandante de la Policía Federal, Raid Shaker Yaudat.
El militar detalló que sus tropas destruyeron ocho túneles, cinco torres de comunicaciones y desactivaron 310 cargas explosivas del EI desde el inicio de la ofensiva para liberar la zona histórica, el último reducto de los extremistas en Mosul.
Yaudat destacó que sus fuerzas todavía siguen limpiando de explosivos el casco antiguo, así como evacuando a las familias atrapadas en la zona, un día después del anuncio de la victoria sobre el grupo terrorista del primer ministro iraquí, Haidar Al Abadi.
En un comunicado "histórico" retransmitido en diferentes canales iraquíes, Al Abadi proclamó la victoria total.
"Desde el Mosul libre y liberado anunciamos la victoria para todos los iraquíes", aseguró el jefe de las Fuerzas Armadas.
La ofensiva para expulsar al EI de Mosul y de toda la provincia de Nínive, cuya capital es Mosul, comenzó en octubre de 2016 y ha durado casi nueve meses, en una batalla donde no se ha ofrecido la cifra de víctimas en las filas de las fuerzas iraquíes.
En enero, las tropas iraquíes, apoyadas por milicias y por el ejército kurdo "peshmerga", lograron recuperar la parte este de Mosul, dividida en dos por el río Tigris que atraviesa la ciudad de norte a sur, y el 19 de febrero se lanzó la ofensiva final para recuperar la zona occidental de la urbe, la segunda más grande del país.
EFE