El expresidente de Estados Unidos Donald Trump confirmó la semana pasada su intención de ser por tercera vez el candidato presidencial del Partido Republicano. Si consiguiera la nominación y la victoria electoral, sería el segundo mandatario norteamericano con dos mandatos no consecutivos, después de Grover Cleveland a finales del siglo XIX.
Alejandro Armas/El Político
A juzgar por el discurso con el anuncio, lleno de quejas y atribuciones de victimización, Trump aspira a recrear su candidatura de 2016, cuando se le subestimó hasta en su propio partido, para terminar ganando la Casa Blanca. Pero el panorama actual es muy distinto al de aquel año. Si Trump en aquel entonces se lanzó como una gran incógnita, por su falta de experiencia política, ahora lo hace como un expresidente de legado inquietante.
¿Con cuánta fortaleza parte esta nueva candidatura de Trump? Veamos.
Entre molestias y un rival
Muy a pesar de su accidentada salida Washington en 2021, en aquel entonces Trump seguía perfilándose como líder indiscutible del Partido Republicano. Hoy, esa condición está en entredicho. En las elecciones parlamentarias y regionales de este mes, los candidatos más alineados con el expresidente fueron derrotados en casi todos los estados sin lealtad partidista fija (y por lo tanto, los que suelen definir elecciones presidenciales). A puerta cerrada, muchos en el Partido Republicano culpan por ello a la influencia de Trump y creen que es hora de pasar su página.
No conforme con ello, a Trump le surgió un rival que hoy está airoso. Se trata del gobernador de Florida, Ron DeSantis. A diferencia de los abanderados de Trump, este obtuvo una victoria aplastante en su estado, lo cual lo catapultó al estrellato nacional dentro de las filas republicanas. DeSantis no ha descartado buscar la presidencia en 2024. Su aura actual de ganador contrasta con el aparente desgaste del "trumpismo".
Por otro lado, será difícil desestimar a Trump mientras siga recibiendo atención mediática. Sucede, más allá de nueva campaña. Sobre el expresidente pesan varias investigaciones por presuntos delitos. La semana pasada el Departamento de Justicia puso a cargo de dos de ellas a una especie de fiscal especial, una medida extraordinaria.
A primera vista puede sonar ilógico que un gobierno demócrata le brinde a Trump la atención que busca. Sobre todo si le permite promover una narrativa de victimización por pesquisas supuestamente politizadas, que inviten a la solidaridad del Partido Republicano en torno a él. Pero puede ser que a los demócratas les interese precisamente que la candidatura de Trump coja impulso de nuevo, por considerarlo más fácil de derrotar, en vista de la mala fortuna reciente del "trumpismo".
La paradoja republicana
Ahora bien, ¿por qué al movimiento populista conservador que Trump encabeza le fue mal en los llamados comicios de medio período? Lo más probable es que se deba a su radicalismo y tendencias autoritarias. Trump jamás aceptó que fue derrotado legítimamente en 2020. Desde entonces ha insistido, sin pruebas, en que hubo "fraude".
Sus seguidores más enardecidos hacen eco de esta denuncia y se proponen reformar el sistema electoral para dar mayor peso a actores partidistas en la determinación de resultados. Esto al parecer ha atemorizado a muchos votantes, sobre todo independientes y republicanos moderados. De ahí que en estados con un alto porcentaje de votantes con ese perfil, los abanderados del trumpismo hayan sido casi siempre derrotados.
Esto supone para los republicanos una paradoja: Trump es inmensamente popular en la base del partido, pero espanta al resto del electorado. De manera que a un Trump nuevamente candidato pudiera resultarle cuesta arriba hacerse con los estados más importantes.
Pero si la hipotética candidatura de Ron DeSantis sigue cogiendo impulso, acaso termine siendo la solución para el partido. Podría ser presentada como una alternativa que cuenta con el conservadurismo duro representado por Trump, pero sin los lastres del exmandatario. Evitar que ello ocurra es el principal desafío que Trump tiene justo ahora.