Se le acaban los recursos a su favor a Alex Saab. El juez de Miami que preside su caso de acusación de lavado de dinero rechazó su pretensión de ser reconocido como "diplomático venezolano", que le hubiera conferido inmunidad.
Alejandro Armas/El Político
Esa había sido la estrategia, para evitar el pase a juicio, de la defensa de Saab, fundamentada en reclamos del régimen de Nicolás Maduro sobre el supuesto estatus diplomático que le confirió. Pero el magistrado a cargo no creyó esa historia, relegando así a Saab a la identidad por la que siempre fue conocido hasta su arresto en Cabo Verde en 2019 por pedido de EE.UU. A saber, un empresario colombiano que hizo negocios millonarios con el régimen venezolano.
El proceso contra Saab es uno de los puntos de tensión entre Washington y la Casa Blanca. Ello a pesar de que en los últimos meses ha habido intentos entre los dos gobiernos por reducir la animosidad. ¿Qué implicaciones tiene entonces este revés judicial para Saab y el chavismo que lo ampara? Veamos.
"Sus documentos, por favor"
Según reseñó la agencia AP, dos fueron los razonamientos detrás de la decisión del juez Robert Scola. En primer lugar, señalamientos de que los documentos que probarían la designación de Saab como diplomático venezolano son forjados. En segundo lugar, el desconocimiento, por parte de Washington, del gobierno de Maduro como poder ejecutivo legítimo de Venezuela.
Cabe preguntarse entonces si una relación normal entre Estados Unidos y Venezuela hubiera arrojado una decisión favorable a Saab. Sobre todo teniendo en cuenta la reciente aproximación tentativa entre los dos gobiernos. Más aún si se considera el muy probable fin del "gobierno interino" de Juan Guaidó, al cual EE.UU. reconoció como legítimo en lugar del de Maduro.
De todas formas, si el interinato desaparece, no necesariamente la Casa Blanca volverá a reconocer al gobierno de Maduro. Queda además la acusación de los papeles forjados. Así que no hay garantía alguna de que las consideraciones sobre la relación rota entre la Casa Blanca y Miraflores, de cambiar, impliquen que Seab tendrá mejor suerte en tribunales.
Desde que EE.UU. y Venezuela hicieron un intercambio de prisioneros en octubre, hay rumores de que pudieran venir más y que Saab sería uno de los beneficiarios. Pero a diferencia de Saab, los venezolanos que EE.UU. entregó aquella vez ya habían sido sentenciados. Su proceso judicial terminó y solo hacía falta un indulto convencional del Presidente para excarcelarlos. En cambio, con el proceso contra Saab en pleno desarrollo, que la Casa Blanca ordene su liberación sería vulnerar la separación de poderes en Estados Unidos de una manera que a Washington le costaría explicar. El fallo del juez Scola indica que no es algo que se esté evaluando.
Sobre el diálogo…
La reacción del chavismo al nuevo infortunio de Saab no se hizo esperar. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional afín a Maduro y jefe de la delegación chavista en el diálogo con la oposición, lo tildó de "barbaridad". Pero aparte de eso y las expresiones de furia en redes sociales (muchas de las cuales vienen de bots), no hubo mucho escándalo en Venezuela.
Se debe recordar que el año pasado, el chavismo suspendió las negociaciones con sus adversarios aduciendo protesta por la extradición de Saab de Cabo Verde a EE.UU. Condicionó su regreso a la mesa de diálogo a la liberación del empresario. Pero finalmente las negociaciones se reanudaron sin que eso ocurriera.
De momento, la decisión del juez Scola, que mantiene a Saab tras las rejas, no ha precipitado que el chavismo vuelva a cancelar el diálogo. Si cambió de parecer sobre el requisito de que su aliado colombiano salga de prisión (o si en realidad aquello fue solo un pretexto para abandonar la mesa por otras razones no dichas), ahora disimula con la incorporación de Camilla Fabri, esposa de Saab, en su delegación negociadora.
Como sea, el cautiverio de Saab en EE.UU. seguirá siendo una inquietud para la elite gobernante venezolana. Más aún ahora que se confirma el proceso y al acusado solo le quedan dos opciones: arriesgarse a pasar muchos años tras las rejas o negociar una sentencia menos dura, colaborando con las autoridades norteamericanas en sus pesquisas sobre el chavismo. Paradójicamente, si las relaciones bilaterales mejoraran y Washington relaja o elimina las sanciones sobre Maduro y compañía, Saab dejaría de serles tan importante. Su trama de negocios, entre otras cosas, les sirvió para evadir sanciones.