Hasta la semana pasada se esperaba que, sea cual sea el resultado de la primera vuelta, Guatemala tendría su primera Presidente mujer. Puesto que eran dos candidatas del sexo femenino quienes encabezaban los sondeos de intención de voto.
Alejandro Armas/El Político
Pero finalmente, en la primera ronda celebrada el domingo pasado, solo una de esas mujeres pasó al balotaje. El otro candidato que lo logró fue una gran sorpresa, pues no figuraba entre los favoritos en las encuestas. Entonces, lo seguro no es el sexo del próximo jefe de Estado, sino un giro en la tendencia política del gobierno.
¿Por qué? ¿Quiénes son los contendientes de la segunda ronda? ¿Qué más nos dicen estos resultados sobre el clima político en la nación centroamericana? Veamos.
Una veterana y un novato
Casualmente, los dos candidatos más favorecidos por los votantes están vinculados con expresidentes. Se trata de Sandra Torres, ex esposa de Álvaro Colom (gobernó entre 2008 y 2012) y Bernardo Arévalo, hijo de una figura histórica: Juan José Arévalo, dirigente izquierdista y primer mandatario electo democráticamente en Guatemala (gobernó entre 1946 y 1951).
Torres ya tiene trayectoria como candidata. De hecho, fue la ganadora de la primera vuelta en los comicios presidenciales de 2019, pero luego perdió en balotaje contra el actual Presidente, Alejandro Giammattei. Desde hacía meses aparecía en las encuestas entre los nominados con mayor oportunidad.
En cambio, la irrupción de Arévalo fue algo inesperado, pues los sondeos no lo proyectaban como un candidato fuerte. Ese papel le correspondió a la dirigente de derecha dura Zury Ríos, otrora diputada, vicepresidente del Congreso e hija del dictador militar Efráin Ríos Montt. Aunque algunos estudios de opinión la veían como ganadora de las elecciones, finalmente quedó de quinta.
De haber resultado triunfadora Ríos, la derecha hubiera seguido al frente del gobierno guatemalteco. Pero tanto Torres como Arévalo son de tendencia más o menos socialdemócrata, lo que contrasta con el conservadurismo de Giammattei.
"Viva el blanco"
Pero ni Torres ni Arévalo fueron la opción más votada la noche del pasado domingo. En realidad fue… El voto en blanco, con 17,4% del sufragio emitido. Torres apenas obtuvo 15%, mientras que Arévalo se llevó 12%.
Entre eso y una participación de solo 59%, queda patente el profundo descontento de la ciudadanía guatemalteca con el pleno de su clase política, enlodada por casos de autoritarismo y corrupción. No hay que olvidar que estos comicios se producen en un contexto de poco atendido pero grave deterioro de las instituciones democráticas en Guatemala.
Sin embargo, y a pesar de las ventajas injustas de las que pudo haber gozado el oficialismo, fue otro de los derrotados. Manuel Conde, abanderado del partido de gobierno, quedó de tercero.
Quienquiera que gane el balotaje, el 20 de agosto, tendrá un reto enorme. Téngase en cuenta que ni siquiera 20% de los que votaron, dentro de una participación de menos de 60% del electorado, respaldó a cada uno de los seleccionados para el evento final.