Marruecos celebra este viernes elecciones parlamentarias que transcurren con normalidad, en un proceso considerado como un termómetro para medir el desgaste sufrido por el Partido Justicia y Desarrollo (PJD), que encabeza la coalición gubernamental.
Según los datos proporcionados por el Ministerio de Interior, en las cuatro primeras horas habían acudido a votar un 12 por ciento de los más de 15 millones de inscritos en las listas electorales.
Los colegios electorales en Marruecos abrieron sus puertas a las 08:00 horas locales (07:00 GMT) para elegir a los 395 diputados que formarán la Cámara de Representantes
(cámara baja) del Parlamento marroquí.
Según informó la Comisión Gubernamental de Seguimiento de Elecciones (CGSE), un total de 15 millones 702 mil 592 electores marroquíes tendrán derecho, un 45 por ciento de los cuales son mujeres.
Esta cifra corresponde a los inscritos en las listas electorales pero no recoge a todos los mayores de 18 años de edad contabilizados en el último censo poblacional, que según cálculos demográficos supondrían 22.5 millones de potenciales votantes.
Seis mil 992 candidatos que representan a 27 partidos a los que se añaden los candidatos independientes serán elegidos en un sufragio universal directo para ocupar los 395 escaños; del total de estos escaños, 60 están reservados para las mujeres y 30 para los jóvenes.Tres fuerzas presentaron candidatos en todas las circunscripciones: el islamista Partido Justicia y Desarrollo (PJD) y su principal rival, el laico Partido Autenticidad y Modernidad (PAM).
También el histórico Partido Istiqlal presenta listas en todas las circunscripciones, mientras que la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), el Partido Progreso y Socialismo, la Reunión Nacional de Independientes y el Movimiento Popular cubren la mayoría pero no todas las circunscripciones.
La Federación de Izquierda Democrática (FID), una coalición de tres partidos izquierdistas que boicotearon las anteriores legislativas del 2011, cubre la mayoría de las circunscripciones.Los marroquíes eligen entre los islamistas, en el gobierno desde 2011, y los "modernistas" más cercanos al rey Mohamed VI, que conserva lo esencial del poder.
El islamista PJD obtuvo una victoria histórica en noviembre de 2011, poco después de una reforma constitucional decidida por el rey para contener al Movimiento del 20 de Febrero, versión marroquí de la Primavera Árabe.
El Partido liberal Autenticidad y Modernidad (PAM), fundado por un consejero del rey en 2008, es dirigido actualmente por Ilyas el Omari.Tras el fracaso de la Primavera Árabe, el PJD es el único partido islamista que sigue al frente de un gobierno en la región.
El gobierno del carismático Abdelilah Benkirane, primer ministro del PJD, al frente de una alianza que incluye comunistas, liberales y conservadores, no causó grandes cambios políticos.
El rey Mohamed VI, jefe de estado y "Comendador de los Creyentes", es de hecho "el único que decide en temas estratégicos y de largo plazo", es decir la política internacional, económica y de seguridad, afirma un análisis de la Fundación Carnegie.
Para el PJD, que se apoya en la clase media y urbana, el objetivo es obtener "un segundo mandato" para "continuar con las reformas" con un trasfondo islamista muy tenue.
Por su parte, el PAM denuncia un balance "catastrófico" y advierte contra una "islamización progresiva" de la sociedad. El PAM, bien implantado en las zonas rurales y entre los notables, no propone sin embargo nada muy diferente del PJD en materia socio-económica.
En cambio se diferencia de su rival presentándose como el gran "defensor de las libertades" y de la condición femenina, prometiendo hacer elegir un batallón de mujeres en el próximo parlamento.
Con información de: El Informador