Por marihuana medicinal Colombia podría ganar hasta 6.000 millones dólares anuales, en derivados medicianales del cannabis, lo qu epodría convertier a esta industria en el tercer generador de divisas.
El Político
El Primero Foro Asocolcanna fue el escenario de discusión entre industriales, autoridades de gobierno, representantes de instituciones nacionales y extranjeras, sociedades científicas, cuerpo médico, proveedores de la industria, aliados estratégicos y personalidades del mundo científico y comercial, quienes se reunieron en un lujoso hotel de la ciudad, en contraste con los miles de presos que han soportado las cárceles por fumarse o distribuir un porro.
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La agenda académica y los resultados de importantes estudios que se encuentran en marcha buscan convertir a Colombia en el gran exportador de cannabis en América Latina.
Empresarios de todo el mundobuscan afiliarse a la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis– Asocolcanna, le cual les permite conectarse con diferentes expertos en temas de la industria del cannabis a nivel nacional e internacional.
Durante el foro, el Gobierno advirtió que el país requiere afinar la regulación para que las compañías se pongan en marcha, según empresarios.
La ley que reglamenta la tenencia, producción, distribución, comercialización y exportación de semillas y sustancias derivadas de la marihuana, como aceites, pastillas, jarabes, cremas y extractos con fines medicinales, aun se encuentra en el congreso esperando una discusión.
Tremendo negocio
"Nos llama a la posibilidad de ser jugadores muy importantes a nivel mundial en materia de exportaciones, las estimaciones hablan de que efectivamente podríamos estar en niveles de 6.000 millones de dólares anuales de exportación", dijo Saúl Pineda, viceministro de Desarrollo Empresarial, durante el primer foro de la industria del cannabis en el país.
Pero el proceso para llegar a la exportación ha sido tortuoso y hasta ahora el Gobierno solo ha dado cupos para producir semillas y muy pocos para vender, por los trámites para cumplir desde normas en materia de salubridad hasta gestiones ante los organismos de seguridad.
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Canadá Estados Unidos y Europa invierten
Según la revista Dinero, paises Canadá, Estados Unidos y otros países de Europa daban pasos importantes hacia la legalización de la marihuana con propósitos medicinales y recreativos. Luego vino en Colombia la Ley Galán (1787 de 2016) que sentaba las bases del negocio. "Para nadie es un secreto que el mayor ‘fertilizante’ financiero de esta actividad proviene de la Bolsa de Valores de Toronto".
En junio de 2018 la firma colombocanadiense Khiron empezó a cotizar en el TSX Venture Exchange de Toronto. “Fuimos los primeros en Colombia en llegar con éxito a esa Bolsa. Desde ese momento, hemos logrado incrementar nuestra presencia e inversiones en otros países como Chile y Uruguay”, dijo a Dinero Álvaro Torres, cofundador y CEO de Khiron.
En agosto del año pasado, un mes más tarde de esta movida empresarial, otra firma local, Colombian Cannabis se fusionó con Canopy Growth, la multinacional de cannabis medicinal más grande del mundo. Según Bibiana Rojas, fundadora de Colombian Cannabis y actual presidenta de Spectrum Cannabis Colombia, esta transacción le permitió permutar su compañía con acciones de Canopy; algo similar a lo que hizo en su momento el Grupo Santo Domingo con Bavaria en su negocio cervecero.
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“Canopy tiene hoy tres unidades: Spectrum Cannabis, que se enfoca en productos medicinales; Tweed para cannabis con propósitos recreacionales y Canopy Health Innovation, que hace investigación y desarrollo. La holding tiene presencia en 15 países”, explicó Rojas.
Pero no solo con dólares canadienses se alimenta el negocio. El 15 de agosto pasado, el gigante de las bebidas Constellation Brands (que tiene marcas como cerveza Corona y Modelo, entre otras) anunció que estaba aumentando su participación a US$4.000 millones en Canopy Growth.
Un mes después, Bloomberg reportó que Aurora Canopy, competencia de Canopy, había tenido acercamientos con Coca-Cola para el desarrollo de bebidas con infusión de CBD, un componente no psicoactivo encontrado en el cannabis.
Esta fiebre de negocios y movidas ha aupado las acciones de estas empresas tanto en Toronto, como en Nueva York, donde también han encontrado espacio bursátil. En medio de este furor, algunos analistas se muestran preocupados debido a que algunas de estas firmas presentan valores en Bolsa aparentemente inflados. Es así como una de las más grandes multinacionales del sector factura al año US$20 millones, pero tiene un valor en el mercado de US$40.000 millones.
“La Bolsa de Valores es inteligente y apuesta en el equipo, el plan, el tamaño y la capacidad, entre otros. Es como la minería, hay una proyección de una capacidad, de cuánto puede vender, etc. Es un mercado de paciencia”, explicó Torres de Khiron.
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Y puede ser cierto. Khiron vende desde diciembre pasado sus productos cosméticos con cannabis (no psicoactivo) en la cadena Farmatodo a través de la marca Kuida. Así mismo, llegó a un acuerdo hace un par de semanas con la estadounidense Dixie Brands para distribuir los productos colombianos en Colorado y California.
En contraprestación, Khiron fabricará y distribuirá los productos de Dixie en América Latina, claro, donde la legislación lo permita. Entre esos productos con cannabis se destacan alimentos y calmantes para mascotas y suplementos para personas, entre otros. “Es la primera vez que una compañía colombiana realiza este tipo de exportaciones”, dijo Torres. Esto último le ha permitido a la empresa aumentar su valor en Bolsa; la acción pasó en una semana de 1,95 a 2,88 dólares canadienses.
Aunque bolsas como Toronto y Nueva York parecen convencidas del nuevo negocio verde, los bancos del mundo y Colombia se mantienen aún al margen –por el momento– de este boom. El único banco que tiene abiertas líneas de crédito a ‘cannabicultores’ es el BBVA, siempre y cuando se cumplan rigurosos procesos de calificación. El asunto parece ser reputacional. Los bancos locales, algunos de ellos con títulos (ADR) en Estados Unidos, como Grupo Aval y Bancolombia, temen aún represalias del gobierno federal de Estados Unidos que mantiene prohibido el comercio y distribución de todo tipo de cannabis.
Para Rafael Mejía, presidente de la Bolsa Mercantil de Colombia, no se descarta que en algún momento este tipo de productos se puedan transar allí, “siempre y cuando la demanda lo justifique”. Mejía recordó que grandes fortunas en Estados Unidos se forjaron con productos prohibidos como el alcohol y el tabaco.
El Banco Agrario de Colombia también preparaba un producto de financiamiento para esta actividad, pero los cultivadores dicen que en los últimos meses se ‘marchitó’ el asunto.
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Álvaro Torres, CEO y cofundador de Khiron; Federico Cock-Correa, CEO de PharmaCielo Colombia Holdings; Bibiana Rojas, Country Manager de Spectrum Cannabis Colombia, y Andrés Fajardo, Presidente de Cleaver Leaves
Nueva industria nacional
Hace 20 o 30 años la zona rural de Rionegro, Antioquia, era epicentro de la acción extorsiva de grupos como el ELN. “Era fácil ver casas abandonadas con huecos de bala en la fachada”, comenta uno de sus pobladores. Sin embargo, todo cambió en un par de décadas. En ese mismo vecindario y a unos 20 minutos en vehículo del Aeropuerto Internacional de Rionegro, se construye uno de los complejos agroindustriales más completos y modernos de Colombia para el procesamiento de cannabis medicinal, PharmaCielo.
Dinero visitó estas instalaciones, teniendo en cuenta que esta empresa con raíces canadienses, se listó en la bolsa de valores de Toronto (TSXV) el pasado 18 de enero.
Es necesario decir que a pesar del buen clima de seguridad que se vive en la región por estos días, el ingreso al complejo requiere un estricto control de seguridad con guardas, puertas eléctricas y vallas.
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Una vez adentro es posible ver las dimensiones de este negocio que crece no solo en Antioquia sino en muchas áreas de Tolima, Quindío, Huila, Antioquia y Cundinamarca, entre otras zonas. Es así como tardamos casi 3 horas en recorrer invernaderos en diferentes fases de producción del cannabis, líneas de refinación de la flor con el uso de maquinaria de alta tecnología y personal calificado. Pocas veces se ve en la agroindustria colombiana tal nivel de sofisticación, sobre todo en una actividad tan nueva, al menos en el lado legal.
En el primer edificio nos recibió un biotecnólogo vegetal que se dedica, en palabras sencillas, a clonar o multiplicar una célula madre en miles de plantas que sean resistentes a climas adversos y plagas. “Trabajamos en el desarrollo de células de plantas sanas y vigorosas”, dice uno de los expertos, mientras nos muestra unas pruebas de laboratorio (ver foto).
Estas células crecen en medios controlados durante dos meses, luego pasan otros 6 meses para generar el primer tejido o planta que luego va al invernadero. Es un proceso científico en el cual se elimina –casi por completo– el cannabinoide THC, el cual es psicoactivo. En su lugar, se trabaja con el compuesto CBD, el que más se utiliza en las aplicaciones farmacéuticas y cosméticas.
En PharmaCielo se cultiva esta planta en un área de 6 hectáreas (ha), pero al finalizar este año serán 20.
El CEO y cofundador de la compañía, Federico Cock-Correa, lleva 34 años dedicado a la industria y exportación de rosas, pompones y crisantemos, en este complejo de Rionegro se invierten unos US$50 millones. “Cuando mi socio canadiense me propuso un negocio centrado en el cultivo de cannabis medicinal, yo dije rotundamente que no por todas las implicaciones que había tenido nuestro país, la violencia y la sangre que se había derramado .
Pero cambió de opinión. Las flores ya no son tan ben negocio.