El mundo atraviesa una "situación anómala" y el último ejemplo es Donald Trump como presidente electo de EEUU, dice el exministro español de Exteriores José Manuel García-Margallo en una entrevista con Efe, en la que aboga por "más Europa".
"Es probable que Trump no cumpla parte de su programa,’insh’Allah'" (ojalá), apunta García-Margallo, para quien "España no puede permitirse el lujo de llevarse mal con EEUU".
Para el que hasta hace unos días fuera jefe de la diplomacia española, se abre una etapa nueva en el orden internacional, pero cree que no será tan rupturista como se podía pensar de las promesas electorales de Trump, y ya se ven -dice- las "primeras señales".
Señales que "aún siendo extraordinariamente preocupantes suponen una especie de marcha atrás" para el exministro, como por ejemplo en inmigración: Trump dijo "que iba a expulsar a 11 millones de ciudadanos ahora parece que van a ser dos o tres millones y con antecedentes penales. Es una barbaridad, pero menos", señala.
Otros ejemplos, desgrana, son "donde hablaba de muro (con México), ahora habla de verja, que es más control de fronteras; y tampoco ha vuelto a hablar de la prohibición de entrada a los musulmanes (a EEUU) que ha incendiado todo el mundo musulmán".
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En materia de comercio, García-Margallo cree que el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP por sus siglas en inglés) está "aparcado para mucho tiempo" con la llegada de Trump, mientras que no cree que vaya a renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), "extraordinariamente importante" para México, pese a haberlo dicho en campaña.
Tampoco cree que pueda establecer tarifas aduaneras con China y México, como prometió, porque es "contrario" a la OMC.
En materia de política internacional, el anuncio de Trump de que iba a renegociar el acuerdo nuclear con Irán García-Margallo lo ve "simplemente imposible porque no es un acuerdo bilateral de EE.UU, está amparado por la ONU", lo mismo que pasa, añade, con el Acuerdo de París sobre cambio climático contra el que "hay poco que hacer".
Por tanto, subraya García-Margallo, quien respaldaba a Hillary Clinton y se dice "de siempre más prodemócrata que prorrepublicano", piensa que no hay que entrar en alarmismos.
Lo que realmente le importa a Margallo son las "oportunidades" que se abren ahora tanto para la Unión Europea como para España.
Una de ellas será la ineludible construcción de la Europa de la Defensa."Desde la Guerra Fría, Estados Unidos era el cherif del condado y nosotros el pianista del salón. Eso se ha terminado", afirma el exministro, que acaba de publicar "Europa y el porvenir" (Península"), un libro escrito a cuatro manos con el Secretario de Estado de Asuntos Europeos, Fernando Eguidazu.
Por un lado está "Libia, Siria e Irak, que nos interesa mucho más a nosotros que a EEUU, y que nos están creando un problema de refugiados, especialmente en Grecia". Y, por otro, añade, está "toda la Europa del Este que teme que haya un entendimiento entre (el presidente rudo, Vladimir) Putin y Trump".
"O nos defendemos o aquí no hay defensa", dice García-Margallo, que concede, por otra parte, que es "muy fuerte" que la primera foto de Trump con un político europeo haya sido con Nigel Farage (euroescéptico británico del UKIP).
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Unos vientos de populismo que le rememoran ciertos "paralelismos" que son "para echarse a temblar" con la Europa de la primera mitad del siglo XX, pero espera que Francia funcione como un "cordón sanitario" con el conservador Alain Juppé frente a Marine Le Pen en las elecciones presidenciales de 2017.
García-Margallo, que vaticinó el "brexit" y el triunfo de Trump, subraya ahora que, esté quien esté en la Casa Blanca, "España no puede permitirse el lujo de llevarse mal con EEUU".
Por eso, espera que su sucesor, Alfonso Dastis, continúe las dos grandes líneas de política exterior que el concebió, basadas en "dos anclajes: Europa y las relaciones transatlánticas".
"Con esas relaciones firmes transitas mucho mejor por los escenarios clásicos de la política exterior española, que son América Latina, norte de África y Oriente Medio", añadió.
En política exterior, "tienes que tener aliados que te den valor añadido. No es lo mismo lo que hemos podido hacer en Colombia o Venezuela, siendo miembros de la UE, liderando, y con la complicidad que hemos tenido con EEUU. Eso hay que mantenerlo".
Otra oportunidad única para España, es el "brexit", ya no solo por el contencioso del Peñón de Gibraltar, sino porque si "jugamos bien nuestras cartas" se puede "liderar el papel de las relaciones especial con EEUU", y traer de Londres a España la Agencia Europea del Medicamento, la Autoridad Bancaria Europea, y las Cámaras de Compensación, así como sedes de las grandes empresas norteamericanas que tienen ahora su plataforma en el Reino Unido.
Con información de EFE