Campesinos y ciudadanos de comunidades del sur de Nicaragua marcharon en contra del canal interoceánico, proyecto bandera del Gobierno de Daniel Ortega, hoy, cuando el mandatario asume su cuarto periodo y tercero consecutivo.
"Sabemos que quieren quitarnos nuestras tierras, pero no lo van a lograr, no vamos a dejar de luchar", dijo durante la manifestación, en el municipio de Nueva Guinea, la líder del Consejo Nacional para la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía, Francisca Ramírez.
De acuerdo con esa organización, unas 2.000 personas, en su mayoría campesinos, participaron en la movilización, la número 85 que realizan en contra del canal, que la firma china HKND pretende construir en el país centroamericano.
El Consejo Local para la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía que agrupa principalmente a campesinos que habitan sobre la ruta y es apoyado por ambientalistas, publicó en sus redes sociales imágenes de los manifestantes, que se movilizaron en vehículos, a caballo o a pie.
Ortega asume hoy su cuarto periodo presidencial y tercero consecutivo después de unas controvertidas elecciones en las que su esposa resultó electa vicepresidenta y no participó el principal grupo opositor.
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Quienes se oponen al canal no están de acuerdo con que haya expropiaciones en el territorio nicaragüense que HKND estime conveniente, además de desplazamientos de personas, daños ambientales y ganancias mínimas para Nicaragua, a cambio de una concesión de 50 años más 50 prorrogables.
Según el diseño más reciente, el canal consiste en una vía húmeda de 276 kilómetros de longitud, de 230 a 280 metros de ancho, e incluye dos puertos, un aeropuerto, dos lagos artificiales, dos esclusas, un área de libre comercio y complejos turísticos, entre otros.
El canal entraría en operación, según los cálculos de la compañía, cinco años después del inicio de las obras más importantes, es decir la excavación del canal y la construcción de la esclusa oeste, que estaban previstas para comenzar a finales de 2016.
El arranque de las obras no se ha informado y la firma china no ha dicho el porqué del retraso.
El costo del proyecto está calculado en unos 50.000 millones de dólares, de acuerdo con HKND Group, que tendría una concesión de 50 años renovables por otros 50 más.
Con información de: EFE