Maestros disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) del suroriental estado mexicano de Chiapas decidieron suspender la huelga que mantenían desde el 15 de mayo de este año.
Además, recogieron el campamento que mantenían desde esa fecha en el centro histórico de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital de esa región, una de las más empobrecidas del país, tal y como constató Efe.
La decisión de terminar con esta huelga, que se ha alargado durante más de 120 días, fue sometida a votación en su asamblea de Chiapas y contó con la participación de representantes de las distintas delegaciones de la región.
Con ello, y después de cuatro meses de suspensión laboral, los más de 75.000 maestros de ese sindicato contrario a la reforma educativa aprobada en 2013 e impulsada por el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, regresaran a las aulas a dar clases el próximo lunes.
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El resultado de la votación se definió con 45 % a favor del levantamiento de la huelga contra 33 % que deseaba continuar, en tanto que el resto de votos fueron nulos, informó la CNTE en un documento al que tuvo acceso Efe.
En el documento, la directiva de la CNTE en Chiapas habla de buscar un nuevo "acuerdo político" para retrasar la aplicación de la reforma educativa hasta el 2018 y acuerda establecer "una nueva jornada de lucha", sin dar más detalles.
Sin embargo, en esta ocasión el grupo rector del movimiento del magisterio no expuso sus motivos, ni su postura política con la que se decidió acabar con este paro.
Los maestros disidentes piden la suspensión de la reforma educativa y desde hace varios meses han puesto en jaque varios estados del país mediante bloqueos carreteros y huelgas.
Esta reforma estableció la evaluación continua de los docentes y puso fin a privilegios de cúpulas sindicales, que cubrían las plazas con base en lealtades políticas, entre otros puntos.
Con información de EFE