El Consejo Escolar del condado de Cobb, en Georgia, votó el pasado jueves para despedir a una profesora que presentó un libro sobre la identidad de género a sus alumnos de quinto grado de la escuela primaria Due West.
El Político
La maestra fue identificada como Katie Rinderle, quien compartía con sus estudiantes un libro ilustrado llamado "Mi sombra es rosa" de Scott Stuart, el cuál se describe así mismo como un relato de ficción moderna y contemporánea que invita a los niños y jóvenes "a ser diferentes y tener el valor de ser ellos mismos".
El caso que tuvo lugar en el mes de marzo volvió a productor una creciente oposición sobre los libros didácticos relacionados con LGBTQ+ en las escuelas de todo el país.
Además sirvió como examen crítico de las limitaciones de la instrucción en la que las escuelas públicas, el alcalde del control del sistema escolar sobre los profesores y el escaso poder que ejercen los padres sobre el plan de estudios.
Entidades judiciales estatales y del distrito escolar afirman que no es apropiado discutir acerca de la identidad de género con los estudiantes.
En base a la nueva ley que otorga a los padres y/o responsables el derecho de dirigir la crianza y formación moral y religiosa, la cual le da acceso a materiales curriculares, la maestra de quinto grado fue juzgada y despedida en el estado de Georgia.
La medida, denominada " Ley de Humanidad Común en la Educación Privada" aprobada por diez legisladores republicanos, prohíben a los maestros hablar sobre la identidad de género y la orientación sexual a niños de edad preescolar.
Un caso mediático
Rinderle, profesora con más de una década de experiencia, se enfrentó a un panel de educadores, entre ellos jubilados del distrito quienes afirmaron que su acción violó las políticas sin embargo abogaron porque no fuese despedida.
En este sentido, la Junta Escolar del Condado de Cobb en el área de Atlanta votó 4-3 a favor del despido de Katie Rinderle. Acción la cual entró en vigencia automáticamente luego de que se confirmara la decisión de la Junta.
La decisión fue criticada por la educadora, quien aseguró estaba motivada por cuestiones políticas y no educativas.
"El distrito está enviando un mensaje dañino de que no todos los estudiantes son dignos de afirmación por ser ellos mismo", declaró la maestra después de conocer la sentencia. "Me siento decepcionada", agregó.
El abogado de Rinderle apeló porque la maestra ha ejercido su profesión por más de una década, lo que le permitirá objetar sobre la decisión del distrito.