Respaldado por decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro avanza con su proyecto de Constituyente, que considera vital para devolver la estabilidad política y económica al país petrolero.
"Van a hacer historia, historia grande en este país", ha asegurado Maduro, al agradecer a los funcionarios que dejan sus cargos para lanzar sus candidaturas a la Constituyente.
Además de Cabello, Flores y Rodríguez, estarán la diputada y exministra de Defensa Carmen Meléndez, el exvicepresidente Aristóbulo Istúriz, el exministro y exgobernador Adán Chávez, hermano del expresidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Cabello, vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), es mencionado por sectores de la oposición como el futuro presidente de la Constituyente, con lo que ampliaría aún más el poder de influencia que, según los expertos, ya tiene en el gobierno, en la Fuerza Armada y en el aparato de seguridad e inteligencia.
La Constituyente regirá el país por un tiempo indeterminado como un "suprapoder" y estará formada por 545 asambleístas, que según la la oposición serán elegidos con un sistema "fraudulento" que garantizará el control del oficialismo.
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La Constituyente es para el PSUV, pero sobre todo para el madurismo, tan solo una ficha, una excusa para obtener un mayor poder de negociación, un refugio para resistir", aseguró el politólogo Michael Penfold.