Un grupo de madres hondureñas, que se unirán a otras de El Salvador y Guatemala junto a algunos padres, inició un recorrido de más de tres semanas como parte de la duodécima caravana centroamericana en busca de hijos desaparecidos desde hace años, informó una portavoz del colectivo.
La representante del grupo de Honduras, Eva Ramírez, dijo a los diarios locales Proceso Digital y Departamento 19 que el lema de la caravana de este año es "Buscamos vida en caminos de muerte", por los centenares de centroamericanos que han perdido la vida en su intento por llegar a Estados Unidos.
Agregó que durante el recorrido hasta México, que durará 23 días, buscarán a sus hijos en cárceles, hospitales, albergues y nuevas rutas migratorias.
El grupo de Honduras, formado por trece madres y dos padres, se unirá a los de los otros dos países el próximo día 15 en la frontera entre Guatemala y México, desde donde emprenderán el recorrido por territorio mexicano.
Ramírez indicó que en la última caravana, en 2015, se produjeron cinco reencuentros de los cuales cuatro fueron protagonizados por familias hondureñas.
Desde la primera caravana, explicó, ha sido posible el reencuentro de 200 familias con hijos que estaban desaparecidos.
Eva Ramírez señaló que la Unión de Comités de Familiares de Migrantes Desaparecidos de Honduras (Uncomideh) decidió este año darle oportunidad a madres que no participaron en caravanas anteriores.
Indicó además que la cifra de hondureños desaparecidos sin que se conozca su paradero supera los 500, pero presumen que podría ser mucho mayor porque hay familias que no informan sobre las desapariciones de sus parientes.
La caravana es auspiciada por el Movimiento Migrante Mesoamericano, con respaldo de una red de organizaciones humanitarias de México e internacionales.
Según fuentes oficiales de Tegucigalpa, a diario unos 150 hondureños, en su mayoría hombres, aunque también lo intentan mujeres y niños no acompañados, abandonan su país con la intención de llegar a Estados Unidos.
Este año EE.UU. ha deportado a más de 20.000 hondureños, mientras que la cifra desde México, que ahora aplica una ley migratoria más rigurosa, es de unos 40.000.
En Estados Unidos viven alrededor de 1,2 millones de hondureños, entre residentes legales e indocumentados, que envían remesas familiares que en 2015 sumaron unos 3.700 millones de dólares, monto que podría aumentar a 4.000 millones en 2016, según lo que prevén las autoridades.
Las remesas que envían los hondureños a su país representan alrededor del 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras.
Con información de EFE