El presidente francés opta por aplicar el artículo 49 de la Constitución que permite cerrar el debate de un proyecto de ley. La decisión provoca fuertes críticas de la oposición, que había interpuesto 40.000 enmiendas del proyecto que sacó a las calles a cientos de miles de franceses
El Político
Francia aprobará por decreto la reforma del sistema de pensiones que provocó protestas masivas en los últimos meses. El primer ministro, Édouard Philippe, anunció el sábado que su gobierno aplicará el artículo 49.3 de la Constitución, el cual permite cerrar el debate parlamentario de un proyecto de ley y proceder a su aprobación inmediata sin someterlo a votación, siempre y cuando no se presente una moción de censura, recurso que una oposición sorprendida e indignada por la maniobra dijo de inmediato que utilizará, aunque no tiene visos de éxito.
La reforma para crear un "sistema universal" de jubilación por puntos será considerada como aprobada, salvo si sale adelante una moción de censura que debe presentarse en un plazo de 24 horas.
“Conforme al artículo 49, párrafo 3, de la Constitución de 1958 y después de haber obtenido la autorización del Consejo de Ministros del 29 de febrero, he decidido hacer efectiva la responsabilidad del gobierno sobre el proyecto de ley que instituye un sistema universal de pensiones”, dijo Philippe en una corta alocución en la Asamblea Nacional interrumpida, pese a estar el hemiciclo semivacío, por los gritos y protestas de los diputados de la oposición.
La medida “no tiene por objetivo poner fin a los debates, sino a este episodio de no debate en un parlamento que se ha visto privado de su función eminente de hacer leyes”, agregó en referencia a las 40.000 enmiendas presentadas contra la ley de pensiones con las que la oposición intentó trabar la aprobación de la normativa.
"Tras más de 115 horas de debate en sesión pública, tanto de día como de noche, fines de semana incluidos, la Asamblea Nacional llegó al estudio del artículo 8 de un proyecto de ley ordinario que contiene 65″, denunció Philippe.
Esta “estrategia de obstrucción deliberada de parte de una minoría” ha provocado que “jamás pudiera tener lugar una discusión sobre el fondo” de la norma, lamentó el primer ministro.
Hacía días que rondaba la posibilidad de que el gobierno recurriera a la vía del decretazo, conocida en Francia como “el 49.3”. Pero hacerlo en sábado, cuando buena parte de los diputados estaba ausente, ha sido calificado por muchos como un golpe bajo.
Oficialmente, el Consejo de Ministros extraordinario celebrado este sábado en el Elíseo había sido convocado para discutir medidas ante la expansión del coronavirus, si bien, como reveló Philippe, fue aprovechado para dar vía libre al decretazo de las pensiones.
Este proyecto estrella del presidente Emmanuel Macron provocó desde principios de diciembre una importante movilización ciudadana con huelgas de transportes (ferrocarriles y metro parisino) y también por parte de los abogados y de los trabajadores de la Ópera de París, entre otros.
Censura de la oposición
De izquierda a derecha se coincidió en censurar una maniobra que Marine Le Pen, la líder del partido de ultraderecha Reagrupamiento Nacional, calificó de “indigna” y su par Jean-Luc Mélenchon, del izquierdista Francia Insumisa, de “desleal”. “No es muy elegante. Estamos en sábado y solo tenemos 24 horas para presentar la moción de censura. Todo se ha hecho para intentar evitar que podamos prepararla”, denunció Mélenchon.
Pese a ello, tanto Mélenchon como los representantes del partido conservador Los Republicanos (LR) aseguraron que trabajarían intensamente, aunque por separado, con el objetivo de reunir las 58 firmas de diputados que exige la ley para poder presentar una moción de censura en las 24 horas siguientes al anuncio de la aplicación del artículo 49.3.
Dos horas después de la alocución de Philippe, el presidente del grupo parlamentario conservador, Damien Abad, adelantó que depositarían la primera moción este mismo sábado.
Una vez presentada, se abre un periodo de 48 horas de debate de la moción. Pero el éxito de esta es más que improbable, en vista de la cómoda mayoría con la que cuenta el ejecutivo del presidente Emmanuel Macron en la Asamblea Nacional.
Se espera que la reforma, que tendrá que ser examinada por el Senado, sea aprobada definitivamente en verano.
No por ello deja de ser arriesgado para Macron recurrir al impopular 49.3, especialmente a solo dos semanas de las elecciones municipales, consideradas un termómetro clave ante las presidenciales de 2022.
Lo hace, además, en una cuestión especialmente sensible para los franceses como son sus pensiones, por cuya reforma el gobierno de Macron ha enfrentado las mayores protestas de su mandato, con jornadas de movilizaciones que llegaron a sacar a la calle a cientos de miles de personas y una inédita huelga de trenes y transportes públicos urbanos que duró más de 40 días.
La maldición del 49.3
Aunque tiene una larga tradición, el uso del artículo 49.3 de la Constitución está considerado en Francia como un último recurso y popularmente es rechazado por la imagen de imposición que conlleva.
Sobre todo desde que, en el anterior ejecutivo socialista, fuera utilizado por el entonces primer ministro, Manuel Valls, para imponer dos leyes impopulares, la reforma laboral y la ley Macron, entonces ministro de Economía, de liberalización económica, que había provocado fuertes manifestaciones, como ahora lo hace la reforma de las pensiones.
El decretazo, que utilizó en dos ocasiones más, marcó un antes y un después en su mandato (2014-2016) y es la medida por la que es más recordado hasta hoy.
El 49.3 es una maniobra política que “marca a hierro candente” a quien lo usa, corroboró el diario francés Le Monde tras el anuncio del primer ministro Édouard Philippe de que lo aplicará para la aprobación de la controvertida reforma de las pensiones.
En total, desde 1958 el 49.3 ha sido utilizado en 86 ocasiones. El que más uso hizo de este artículo fue el primer ministro Michel Rocard (1988-1991), que lo empleó en 28 ocasiones.
(Con información de El País)