En un discurso de trece minutos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, lanzó tres grandes propuestas de trabajo y unidad nacional en un intento por superar la enorme crisis que vive el país, ante el rechazo a la reforma de las pensiones.
El Político
Tras la decisión del Tribunal Constitucional, que aprobó la reforma el sistema nacional de pensiones, Macron promulgó la Ley, que debiera entrar en vigor el otoño que viene.
Sin embargo, ese triunfo institucional produjo la reacción de los sindicatos y la gran mayoría de las fuerzas políticas. Con lo que abrió un nuevo enfrentamiento entre el jefe del Estado y la sociedad civil.
Para responder a esa crisis nacional, grave, este lunes Macron decidió pronunciarse ante la Nación, mediante un discurso retransmitido por todas las cadenas de radio y tv.
En un tono directo, durante trece minutos, el presidente de la República presentó su propuesta, sin adelantar medidas concretas, pero anunciando un proceso de grandes reformas, por negociar, con tres proyectos paralelos.
- Un nuevo pacto de diálogo económico y social
- Refundar el orden democrático, con más libertades y justicia
- Mejorar la vida nacional, afirmando nuestra soberanía internacional
Por qué es importante
En su primer mensaje televisado a la nación desde el comienzo de la crisis política y social en enero pasado, Macron insistió en que los cambios aprobados por su Gobierno eran la única respuesta posible ante el aumento progresivo del número de jubilados y de la esperanza de vida.
Macron admitió igualmente que hay “enfado”, en un contexto de empleos que no permiten hacer frente al creciente coste de la vida y que hay ciudadanos que “tienen la impresión de poner su parte” y “no ser recompensados”.
Esa “demanda de justicia social y de renovación de la vida democrática” hay que escucharla, dijo, y señaló que “la respuesta no puede estar en el inmovilismo ni en el extremismo”.
Los tres proyectos
1.- Un nuevo pacto de diálogo social
Se trata de "pasar página" y lanzar un proyecto de diálogo social y económico. Macron propone unas negociaciones directas entre la patronal y los sindicatos, para "trabajar juntos" en terreno concretos: salarios, poder adquisitivo, inflación…
El presidente afirmó que "las puertas del Elíseo están abiertas desde mañana mismo", pese a que en los últimos tres meses el Elíseo rehusó recibir a los sindicatos.
Fórmula brillante y elíptica. La convocatoria de grandes negociaciones de ese tipo reclama tiempo, concertación y proyectos comunes, aceptados.
2.- Refundar el orden democrático, con más libertades y justicia
Tras la sucesión de noches de vandalismo y violencia, durante el último trimestre, al final de todas las jornadas de huelga y manifestaciones, el 90 % de los franceses temen que la crisis y su país hayan entrado en una fase de "enfrentamientos permanentes, con riesgos de violencia", según un sondeo publicado por el matutino ‘Le Figaro’.
Un 62 % de los franceses estiman que el Gobierno de Emmanuel Macron "no está a la altura ni es capaz de contener ni disuadir el vandalismo y la violencia, que pueden prolongarse si no se encuentra una salida a la crisis".
El presidente desea responder a esa inquietud de gran calando, proponiendo una respuesta de "Más seguridad. Ley y Orden".
Por lo que Macron enumeró un rosario de reformas llamadas a "reforzar" la seguridad y el orden público:
- más policías,
- más gendarmes,
- más anti disturbios.
3.- Mejorar la vida nacional, afirmando nuestra soberanía internacional
Macron une, en un solo capítulo, problemas de gran calado nacional e internacional, como el cambio climático y el puesto de Francia en Europa.
El presidente francés insistió en un punto sensible de la mitología nacional:
"Nuestra libertad y progreso pasa por la afirmación de nuestra soberanía en la escena internacional".
La reacción de los franceses: Cacerolazo
Miles de franceses rechazaron seguir la intervención presidencial y salieron a "cacerolear" en las calles.
Por todo el país se habían convocado cientos de “conciertos de cacerolas” paralelamente al discurso para evidenciar la oposición a la actitud del Gobierno.
Estas concentraciones devinieron en manifestaciones improvisadas en algunos lugares, como en París, donde se registraron incidentes como quemas de contenedores.
Lo que dijeron los sindicatos
Los sindicatos, por su parte, recibieron el discurso del presidente con escepticismo y recordaron que Macron mantuvo la puerta cerrada pese a las peticiones de las organizaciones de ser recibidos.
“Los lamentos no van a cambiar realmente gran cosa para los trabajadores y trabajadoras, que van a tener que trabajar dos años más, porque desgraciadamente la reforma está promulgada”, expresó el líder sindical Laurent Berger, de la mayoritaria CFDT, en declaraciones al canal BFM.
Lo que dijo la oposición
También la oposición de izquierda y de derecha cuestionaron la buena voluntad del discurso presidencial.
Jean Luc Mélenchon, de la izquierdista Francia Insumisa, consideró que Macron está “completamente fuera de la realidad y asume el robo de dos años de libertad”.
Mientras que para la ultraderechista Marine Le Pen, Macron vive “en un mundo paralelo”. Ya que en lugar de recuperar el vínculo con la población retirando la reforma o anunciando un referéndum, eligió de nuevo darle “la espalda”.
Lo que sigue
Macron se fijó un plazo de 100 días para lograr apaciguar el país, justo para la fiesta nacional del 14 de julio.
En ese lapso habrá que esperar la respuesta que darán trabajadores , estudiantes, en síntesis, toda Francia a la propuesta del mandatario nacional.
Mientras, y pese a que la reforma ya fue promulgada, la próxima gran manifestación está convocada para el 1 de mayo.
Fuente: Agencias