Frente a los líderes de la mayoría y los voceros del Gobierno reunidos en el Palacio del Elíseo, Emmanuel Macron acusó hoy a los líderes de La France insoumise de querer " deslegitimar" las instituciones.
El Político
El Gobierno de Emmanuel Macrón lanzó una ofensiva para sentarse a negociar una serie de “temas esenciales” con los sindicatos. Los temas a discutir incluyen el poder adquisitivo o los servicios públicos, pero excluye el de las pensiones detonantes de la actual crisis política y social.
Para el mandatario francés las manifestaciones y las protestas "no tienen nada que ver con las pensiones". A su juicio su "único punto en común es atacar nuestras instituciones y las fuerzas del orden" .
“Hay un verdadero proyecto político liderado por La France insoumise que trata de deslegitimar el orden razonable, nuestras instituciones, sus herramientas”, como el artículo 49.3 de la Constitución y la comisión paritaria del Parlamento, declaró el presidente de la República.
“El siguiente paso es la deslegitimación del Consejo Constitucional” que debe decidir sobre la reforma de las pensiones, prosiguió el jefe de Estado.
Por qué es importante
El mandatario francés ha dejado bien claro que pese a las protestas no tiene ninguna intención de dar marcha atrás y seguirá adelante con la reforma del régimen de pensiones.
Para el mandatario la medida, por impopular que sea, es la única forma de que sea sustentable en el tiempo.Y con esta declaración, descalifica los argumentos de quienes han protestado, muy violentamente, al atribuir las acciones a una agenda de Francia Insumisa para sacarlo del poder.
Lo que dijo Macrón
Macrón insistió en la necesidad de “condenar la violencia con mucha, mucha firmeza”.
También se mostró partidario de "tratar de ampliar la mayoría realizando consultas" y pidió que use las próximas tres semanas "para discutir con los funcionarios electos, alcaldes, interlocutores sociales para apaciguar, continuar implementando reformas y reparar los servicios públicos".
Durante este encuentro, el presidente también consideró que hay que “seguir tendiendo la mano” a los sindicatos.
El detalle
El portavoz del Gobierno, Olivier Véran, se mostró convencido de que “en unos días o en unas semanas como mucho, vamos a reunirnos en torno a una mesa” para discutir de otros asuntos como los salarios o la reconversión profesional.
Pero no menciona la reforma del régimen de pensiones.
Véran, más allá de reconocer que para los sindicatos esa ley que sube la edad mínima de jubilación de los 62 años a los 64 es “una línea roja”, se esforzó en subrayar que “eso no debe impedirnos hablar de todo lo que importa a los franceses”.
Panorama general
Esa convicción choca con los planes de las centrales sindicales. Las cuales están convocando este martes a la que será su décima jornada de movilización contra la reforma. La segunda desde que la ley se adoptó por decreto, con un mecanismo constitucional, el artículo 49.3.
Lo que le evitó al Ejecutivo someterla al voto en la cámara de diputados, donde no tenía una mayoría suficiente.
Choca también con los paros que llevan semanas en el transporte público, en las refinerías, en la producción de la electricidad o en la recogida de basuras. Con el riesgo de que mañana vuelvan a producirse altercados al margen de las manifestaciones, protagonizados por grupos extremistas.
En conclusión
El mensaje del Gobierno es claro, ahora con la ley de las pensiones “hay una continuación del proceso democrático”, con su examen por el Consejo Constitucional.
En paralelo a eso hay que volver a reunirse con los sindicatos y hablar de los temas fundamentales como pueden ser “el poder adquisitivo” o “los servicios públicos”.
La primera ministra, Élisabeth Borne, asegura que, salvo para textos presupuestarios, no volverá a recurrir al 49.3.
Macron también le pidió a Borne que busque mayorías, bien sea con la derecha como hasta ahora, bien con la izquierda, para los próximos textos que se presenten al Parlamento.
Fuente: Agencias