El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) reiteró este que no existen pruebas que justifiquen su condena a casi 10 años de cárcel por corrupción y afirmó que es el pueblo quien debe juzgarlo.
"Mientras (los jueces y fiscales) no prueben nada contra mí, voy a recorrer este país para que ustedes me juzguen", dijo el exmandatario a un grupo de seguidores durante un acto del Partido de los Trabajadores (PT) en la región metropolitana de Sao Paulo.
Es su segundo discurso público desde que el miércoles el juez Sergio Moro lo condenó a nueve años y medio de cárcel por corrupción y lavado de dinero; la acusación afirma que es el propietario de un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo) ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras.
Lea también: Caso Lula y Venezuela serán los temas fuertes del Foro de Sao Paulo
El expresidente, que enfrenta otras cuatro causas penales, puede apelar la sentencia en libertad y sólo vería impedida su candidatura a las elecciones de 2018 si fuera condenado en segunda instancia.
Lula, ícono de la izquierda latinoamericana, atribuye la sentencia a una estrategia para sacarlo del mapa electoral.
Con información de EFE