Durante un acto en Paraíba, y empleando un tono emotivo, el expresidente Luis Inacio Lula da Silva se sumó a la batalla electoral de 2018 y denunció públicamente los supuestos planes que intentan impedir que vuelva a ser candidato a presidente.
Después de visitar por primera vez una parte concluida de las obras del trasvase del río San Francisco, el expresidente críticó al gobierno de Michel Temer y dijo que está dispuesto a pelear en las calles contra sus opositores, haciendo referencia a la batalla electoral.
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"No sé si estaré vivo para ser candidato en 2018, pero sé que ellos quieren evitar que sea candidato. Entonces, que mis adversarios le pidan a Dios que yo no sea candidato. Porque si soy candidato, voy a ganar las elecciones en este país", dijo Lula frente a las miles de personas que se congregaron en la plaza Central de Monteiro, municipio de 33.000 habitantes, del estado de Paraíba, a 305 km de la capital João Pessoa.
Lula subió al atril al lado de la expresidente Dima Rousseff, de gobernadores, diputados y senadores aliados.
En más de una ocasión, el expresidente mencionó supuestas acusaciones contra él en el marco de operaciones como la Lava Jato, la megacausa que investiga la trama de corrupción en el seno de la Petrobras.
El exmandatario afirmó indirectamente que esos procesos tienen como objetivo minar política y jurídicamente su candidatura.
Con un discurso inflamado, poco común en la mayor parte de su gobierno, la expresidente Dilma Rousseff defendió a su padrino político y lo lanzó abiertamente a la a la Presidencia, en 2018.
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Dilma también atacó a la administración Temer, sin citar el nombre del actual presidente, y pidió que la población use las urnas en 2018 para dar una respuesta contra las acciones del actual gobierno.
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