Gracias al hundimiento de un “peñero” (bote pequeño), con 38 personas a bordo en Boca de Dragón, fronteriza entre Venezuela y Trinidad Tobago, de las cuales han aparecido nueve sobrevivientes y un cadáver, pudo saberse que no son únicamente por vías aérea o terrestre por las que han salido tres millones de venezolanos, desesperados por la crítica situación a que ha conducido el régimen de Nicolás Maduro.
Apolinar Martínez/El Político
Este naufragio, ocurrido el pasado 24 de este mes, no es, sin embargo, el primero que ocurre y no sólo en la ruta de Trinidad Tobago, sino que en enero de 2018, cinco personas murieron al chocar un barco que iba rumbo a Curazao.
En ambos accidentes lo resaltante es que ninguna de los pasajeros tenía documentos o permisos avalados por alguna autoridad de Venezuela o de los países hacia donde se dirigían.
La odisea de Yubreilys Merchán
Conmovedor es el relato Yubrelys Merchán, una joven peluquera, quien relató que tomó el peñero en Güiria, estado Sucre con la intención de llegar a Trinidad Tobago, al zozobrar la pequeña embarcación y ver su vida en peligro, reaccionó con fuerza, se quitó la ropa para aligerar su peso y se arrojó a las aguas antes de sumergirse en el agua en medio de gritos de pánico. La peluquera de 23 años ,en un intento desesperado por sobrevivi,r comenzó a nadar hacia una isla cercana, una habilidad que aprendió de su madre cuando era niña.
Cuando, finalmente , ella y otro compañero llegaron a una costa rocosa en medio de la noche, treparon sobre rocas y se derrumbaron en un abrazo, llorando de alivio después de darse cuenta de que estaban a salvo.
“Eso fue un milagro, una cosa increíble, como algo salido de una película”, dijo la madre de Merchán, Luisa García, quien relató el episodio en una entrevista telefónica con The Associated Press.
Marcharse a cómo de lugar
El naufragio de los que se iban a Trinidad Tobago o a Curazao, es sólo el reflejo de una realidad que han vivido tres millones de venezolanos que se han marchado del país empujados por la terrible crisis. El lema al parecer: “Hay que marcharse de aquí a cómo de lugar”.