La democracia, el menos malo de los sistemas políticos, según Winston Churchill, se encuentra amenazado debido a la ineficiencia, el autoritarismo y la corrupción de quienes han sido favorecidos por el voto popular para ejercer el poder en América Latina.
El Político
Durante el debate “Promover juntos la democracia y los derechos humanos. España, Estados Unidos y América Latina”, organizado por la Fundación Alternativas en Casa América, con expertos en materia de democracia y derechos humanos, se habló de insatisfacción e indiferencia a la democracia por parte de los latinoamericanos.
Entonces, la respuesta a esa insatisfacción y al desencanto es compleja. No es un simple sí o un no. Responde a un conjunto de circunstancias y situaciones que forman parte de la realidad latinoamericana.
Esther del Campo, decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, explicó la percepción de la población:
“Los ciudadanos eligen a sus representantes para que hagan políticas públicas, pero eso que están haciendo no llega, en realidad no tienen mejor acceso a servicios públicos como la sanidad o la educación”.
Los puntos del debate
- El 51% de los latinoamericanos prefieren un régimen no democrático si resuelve sus problemas de seguridad, económicos, tráfico de drogas o crimen organizado, afirmó Antón Leis, director de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
- Estados Unidos y España deben poner el foco en trabajar “por la democracia con América Latina” y no “para América Latina”.
- La democracia no es algo únicamente político, sino que debe tener en cuenta a los actores privados, empresas y la sociedad civil.
- La sociedad civil es la primera afectada por la crisis democrática, disminuyendo su calidad de vida y aumentando la indiferencia hacia estos regímenes y sus instituciones.
- Se debe trabajar para fortalecer a la sociedad civil y generar mecanismos de organización que tengan un impacto en la sociedad, pues, aunque “España ha trabajado para ello, no se han alcanzado los objetivos propuestos”.
- Las democracias no han conseguido satisfacer las demandas de los ciudadanos.
- El panorama es desalentador porque muchos líderes democráticos llegan al poder a través de las urnas y después ignoran las garantías democráticas elementales.
Caso venezolano
En el evento se abordó el caso de Venezuela, en el que de acuerdo a Tamara Taraciuk es necesario estar pendientes de las alertas tempranas para evitar retrocesos democráticos y generar consensos regionales.
“Existe una falsa percepción de normalización, por la falta un diagnóstico real sobre la represión selectiva que existe en el país, la emergencia humanitaria y crisis de refugiados de más 7,2 millones de venezolanos”.
En este sentido, explicó que para conseguir un cambio en el Estado venezolano es necesario incentivos que lleven a la transición como pueden ser las próximas elecciones y la búsqueda de justicia ante las denuncias por la violación de Derechos Humanos.
Conclusión
La consolidación de las democracias en la región pasa por el fortalecimiento de la sociedad civil que es la principal afectada por las crisis socioeconómicas; el trabajo conjunto y enfocado de países amigos que trabajen “por la democracia con América Latina” y no “para América Latina”; y por la búsqueda de soluciones que den respuesta a las crisis institucionales existentes.