Los datos científicos desmienten la propaganda oficial, encabezada por el propio Miguel Díaz-Canel, que atribuye a los fármacos cubanos una eficiencia superior a los del resto del mundo para salvar a los enfermos de covid-19.
El Político
Y es que según Díaz-Canel "Mientras en el resto del mundo el 80% de los pacientes graves y críticos muere, la ciencia y la medicina cubana han salvado el 80% de los pacientes críticos y graves contagiados por el virus Sars-CoV-2″.
En un momento en que la exportación de servicios médicos es una de las fuentes principales de ingresos para el país, mostrar la eficacia de su sistema de salud es también una forma de atraer clientes para las brigadas médicas y compradores para los productos farmacéuticos cubanos.
Pero la afirmación del presidente cubano es engañosa. Ni fuera de Cuba la letalidad de la covid-19 es tan alta, ni hay muchos elementos para pensar que la medicina cubana está salvando a los pacientes que morirían en otros países.
Además, que en el resto del mundo muere el 80% de los pacientes de covid-19 en estado grave o crítico no es verdad. En un principio sí se consideró que la mortalidad entre los pacientes que tenían que ser conectados a ventiladores o eran internados en unidades de cuidados intensivos era muy alta.
Cifras en Cuba
Estas cifras, no obstante, resultaron ser más benignas pues a medida que ha avanzado la pandemia, se ha conocido más acerca del virus, se ha tratado mejor por parte de los médicos y se han publicado estudios que calculan que la mortalidad en estos casos es considerablemente menor de lo que se pensaba.
Que en Cuba sobreviva el 80% de los contagiados graves o críticos, por el momento, no se puede corroborar porque las autoridades no han difundido los informes que permitirían hacerlo.
Sin embargo, datos publicados en investigaciones científicas cubanas muestran que la cifra de los recuperados que menciona Díaz-Canel es distinta ya que, hasta el 17 de junio, habían fallecido entre el 26 y el 63% de los ingresados en cuidados intensivos, reportó 14 y medio.
Por el momento, estos tratamientos solo se han sometido a ensayos clínicos preliminares porque las muestras que han realizado son muy limitadas y sus resultados no han sido revisados por pares independientes que puedan dar la certeza de que son estudios serios.
Alta mortalidad
Los datos muestran que la mortalidad en los pacientes graves o críticos pertenecientes a un grupo de personas más jóvenes y con menos enfermedades de base u otros factores de riesgo, fue del 26%.
Sin embargo, en otro grupo, con personas de más edad y peor salud, falleció el 63% de ellos. En ninguno de los dos grupos se alcanzó una supervivencia del 80%, según los datos.
Desde que se realizó este estudio, se ha doblado el número de casos de covid-19 en el país, por lo que estas cifras han podido cambiar.
Las afirmaciones de Díaz-Canel sobre una supervivencia del 80% en pacientes críticos presuntamente parecen ser el reflejo de los resultados del ensayo de dos medicamentos cubanos, probados en el sistema de salud durante la pandemia: Jusvinza e Itolizumab.
Eficacia del Interferon
Aunque al comienzo de la enfermedad los medios estatales exaltaron los beneficios de medicinas de producción nacional como el Interferón Alfa 2b o la Biomodulina T para tratar a pacientes de covid-19, desde finales de mayo son Jusvinza e Itolizumab los fármacos más promocionados por las autoridades.
Ambos fueron desarrollados originalmente para otras enfermedades como la artritis reumatoide o la psoriasis y su objetivo es reducir la llamada "tormenta de citocinas" o la sobrerreacción del sistema inmune que provoca una inflamación masiva y causa la muerte a algunos de los infectados por coronavirus.
Pero ni Jusvinza ni Itolizumab han atravesado todas las pruebas necesarias para evaluar si son realmente efectivos. No han sido probados en grupos grandes de personas o en estudios con grupos de control. Sobre el presunto éxito de Jusvinza en los casos graves o críticos de covid-19 solo existe una publicación oficial en una revista científica.
Otras cifras
Hasta el comienzo de octubre, con algo más de 5.300 casos positivos y 123 fallecidos, el país registraba una tasa de letalidad del 2%, muy similar a la de países vecinos como Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay, Uruguay y Jamaica.
Salvo Perú, Bolivia, Ecuador y México, en todos los países de la región han muerto menos de cuatro de cada 100 casos confirmados.
Estados Unidos, que ha hecho siete veces más pruebas por cada 1000 habitantes que Cuba, y por tanto es posible que haya detectado más positivos, ha tenido desde agosto una letalidad cercana a la de Cuba.
Hasta comienzos de octubre, en Estados Unidos habían muerto 2,8 de cada cien pacientes según datos.
Esto pone de relieve que, a pesar de los esfuerzos oficiales por promover la industria farmacéutica cubana, el sistema de salud del país no ha contado con mejores tratamientos anti covid-19 que otros países.