La situación agónica por la que atraviesa Petróleos Mexicanos (Pemex) no deja de ser tema de análisis para la prensa nacional e internacional.
El Político
Este martes, la periodista Jude Webber, corresponsal para México y Centroamérica del prestigioso diario británico Financial Times, realizó un demoledor artículo en el que muestra la situación por la que atraviesa la empresa productiva del Estado y a la cual, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha empeñado en rescatar.
El artículo de Webber titulado “Pemex de México: de la vaca de efectivo al drenaje de recursos” recuerda que a finales de 2016, durante el sexenio del priista Enrique Peña Nieto, Petróleos Mexcanos ideó una nueva estrategia: se centraría exclusivamente en actividades rentables. El plan, señala Webber, fue una novedad para la compañía petrolera estatal de México.
Pero en estos días, dice el Financial Times, Andrés Manuel López Obrador, está empujando a Pemex en la dirección contraria, incluso ante la crisis del coronavirus y el colapso del precio del petróleo.
El diario británico especializado en temas financieros, recordó que la semana pasada, Pemex reportó una pérdida trimestral de más de 23 mil millones de dólares (562,531 millones de pesos), entre las más grandes en la historia corporativa.
El Financial Times señaló que las pérdidas anuales de Petróleos Mexicanos ya se habían duplicado el año pasado al alcanzar los 18 mil millones de dólares, además de que acumuló 105 mil millones de dólares en deudas junto con pasivos de pensiones sin fondos de 77 mil millones. El mes pasado, Moody’s siguió a Fitch al reducir su calificación crediticia a basura, señaló.
En su declaración a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, Pemex reconoció que sus auditores, KPMG, habían expresado “dudas sustanciales” sobre su “capacidad de continuar como empresa en marcha".
Pero mientras otros grupos petroleros reducen la producción y la inversión para capear la tormenta, López Obrador muestra poco apetito para desviarse de su promesa de revivir a Pemex al revertir 15 años de caídas en la producción, destacó el diario.
“El libro de reglas de lo que no se debe hacer está escrito por Pemex”, dijo Pablo Medina de Welligence, una consultora de energía en Houston.
Desafiando la presión para igualar las promesas de otros países de reducir la producción en casi un cuarto en una reunión dirigida por la OPEP este mes, López Obrador aceptó de mala gana una reducción de 100,000 barriles por día, o alrededor del 6%, dijo el Financial Times.
El presidente también prometió casi duplicar la producción de refinación a un millón de barriles por día en el mes de mayo a pesar del hecho de que las plantas de pérdidas de Pemex operaron a un mínimo histórico de solo 28% de capacidad en febrero y que en el primer trimestre le costó a Pemex 12.51 dólares en promedio, refinar cada barril de petróleo.
“A 20 dólares (el barril del petróleo) Brent, no hay un solo campo en la cartera de Pemex que sea rentable cuando se consideran los costos e impuestos. . . Pierden en el negocio ascendente simplemente produciendo”, dijo Medina. “Ahora, están obligando a Pemex a perder más en su negocio descendente debido a los márgenes negativos. Todo por demanda que puede no existir ".
El Financial Times destacó que la razón de la obstinación de López Obrador es que Pemex siempre ha sido más que una simple compañía petrolera. Fue creado como un símbolo de soberanía nacional y los mexicanos contribuyeron a pagar la expropiación “para consolidar la independencia económica de México” donando de todo, desde pollos hasta joyas.
El descubrimiento del gigante campo Cantarell ocurrido en 1976 convirtió a Pemex en la vaca de efectivo de México. La producción aumentó a un máximo de 3.4 millones de barriles diarios en 2004, pero el año pasado fue de sólo 1.7 millones.
La disminución de la producción ya significaba que Pemex financió solo el 11% del presupuesto nacional el año pasado, aproximadamente una cuarta parte de su contribución a las arcas del gobierno en 2008, pero con la inversión del gobierno para impulsar la producción, López Obrador ve al gigante estatal como el motor del desarrollo nacional.
El presidente de 66 años, nacido y criado en el estado petrolero de Tabasco durante los años de auge de México, ha cambiado el nombre del logotipo del águila y la gota de petróleo de Pemex con la frase “rescatando la soberanía”. Eso explica su impulso para revivir el crecimiento de la producción en una compañía que ha obtenido ganancias antes de impuestos de manera consistente, pero que se ha desangrado por los altos impuestos del gobierno y ha sido afectada por la burocracia y la corrupción.
Cuando se trata de refinar, “nadie cree que puedan alcanzar 1 millón de barriles en mayo”, dijo un ex miembro de Pemex. La producción de la refinería fue de 580,400 barriles diarios en febrero, pero López Obrador afirma que desde entonces ha aumentado a 800,000 barriles diarios.
Hay un problema adicional: cuanto más se refinan las plantas de Pemex, más combustible de bajo valor producen, “así que lo que sale de las refinerías vale menos que el petróleo que ingresó”, dijo Jorge Andrés Castañeda, un consultor de energía. Los mercados de fuel oil se están agotando después de que su uso en el envío fuera prohibido.
Además, según analistas, Pemex tiene muy poca capacidad de almacenamiento y corre el riesgo de quedarse sin espacio en unas semanas.
Reducir la refinación "es algo que no creo que sea compatible con su ideología", dijo Ixchel Castro, analista de la consultora energética Wood Mackenzie.
Pero ante los altos precios, un ex alto funcionario de Pemex dijo que el gobierno debería detener su controvertido proyecto de refinería Dos Bocas de 8,000 millones de dólares y “elaborar un plan de negocios real que permita a los inversores comprender dónde va a obtener ganancias al precio del petróleo de hoy”.
Eso es más fácil decirlo que hacerlo.
Como lo expresó un inversionista en la compañía: “Pemex es un desastre, está empeorando y no tienen planes de lidiar con las cosas”, concluyó el artículo.
Fuente: Infobae